Los fuegos artificiales tronaron en el cielo de Santa Margalida. Era la señal inequívoca de que se iniciaba el desfile procesional denominado la procesión de la Beata, en honor a Santa Catalina Thomàs, el más típico de Mallorca. Discurrió por Santa Margalida hasta pasadas las doce de la noche, en que finalizó con la trencadissa de gerres, de las que se habían repartido más de 2.500.

Cabe destacar que la procesión de la Beata se celebra al menos desde que fue beatificada, es decir, desde 1792.

Tuvo una afluencia masiva de participantes. Se calcula que este año habrán desfilado unos 2.000 payeses, acompañados por xeremiers y bandas de música. Como es tradicional, los payeses se repartieron a lo largo de todo el desfile en parejas (colles).

Los primeros que dieron señales del inicio de la procesión fueron los diablos que protagonizaron carreras desde la cuesta de la iglesia hasta la plaza de la Olivera. Eran los prolegómenos de la procesión con que divertían al numeroso público que se agolpaba en la plaza de la Vila y aledaños.

Los diablos portaban sus gruesas estacas de pita (donarda, en catalán). Se trata del palo que crece en el centro de la pita y que aunque es espectacular pesa muy poco, motivo por el cual los diablos pueden llevar a cabo sus correrías sin cansarse demasiado.

La procesión fue muy seguida con alegría por los margalidans y miles de visitantes que se acercaron para verla y para participar.

Las doce carrozas que recrean estampas de la santa desfilaron ante miles de entusiastas seguidores, destacando la espectacularidad de la denominada Flor de Mallorca, repleta de flores que se donan en la ofrenda del sábado precedente.

Tras la decimoprimera, que es la de la Beatificación, aunque popularmente se la conoce como de la Casa Natal, llegó el momento de ver desfilar a la Beata d'en terra. Es preciso desterrar el término de Beata major, denominación que abominan los vecinos del pueblo, pues defienden que siempre se ha llamado Beata d'en terra, por ser la que va a pie.

La Beata

Este año encarnaba el papel de Santa Catalina Thomàs la joven Rosa Maria MasRosa Maria Mas acompañada por Catalina Alzamora Fuster, en el papel de Santa Catalina Mártir, y Joana Maria Fonclara , en el papel de Santa Pràxedes.

Rosa Maria Mas estuvo muy seria en su papel y aguantó estoicamente la quebrada de cántaros que los diablos provocaban a sus pies, aunque no pudo reprimir alguna lágrima de emoción.