En algunos puntos del parque natural de s’Albufera se lleva observando un curioso fenómeno desde hace unos días. El agua ha adquirido una coloración inusual y presenta un evidente tono rosado frente a su estado natural.

Esta situación ha puesto en alerta a muchos visitantes y a algunos vecinos de la zona de Platja de Muro. Ayer era comentario habitual por la zona costera del municipio murer. Los vecinos lanzaban diferentes opiniones y, aunque las achacaban a distintas razones, ninguno coincidía en que fuera buen augurio.

Algunos vecinos hablaban de exceso de nutrientes en el agua mientras que otros aducían a vertidos incontrolados.

Sin embargo, desde la conselleria de Medio Ambiente se ha informado que no se trata de ninguna contaminación sino de una acumulación de artemias, a veces combinadas con algas.

La acumulación de artemias se produce por un aumento de la salinidad y temperatura del agua, según la conselleria. La misma fuente indica que, de hecho, pueden verse diferentes aves alimentándose en el lugar y, como curiosidad precisa que, los flamencos deben su coloración rosada a que se alimentan de estos crustáceos.

Las artemias habitan en aguas salobres y apenas han evolucionado en su morfología desde el triásico. Para tolerar la salinidad, cuentan con sistemas para regular la presión osmótica y aumentan la síntesis de hemoglobina, para soportar los bajos niveles de oxígeno.