Han transcurrido tres años desde que las Hermanas de la Caridad dejaron de regentar la residencia parroquial y que ésta pasara a ser gestionada directamente por la parroquia de Porreres.

En su día se desaconsejó al rector, Mn. Sebastià Salom, que se siguiera con dicha gestión, por no adaptarse totalmente a la normativa vigente. Pero ante la insistencia de trabajadores y residentes, un grupo de voluntarios, el Consell Parroquial, los trabajadores y el rector decidieron seguir con el proyecto. Para ello se mantuvieron reuniones con el IMAS que, tras escuchar al rector y a la alcaldesa, decidieron dar un margen de confianza para seguir con la residencia abierta y para que se realizaran las reformas necesarias.

Durante estos últimos meses se han mantenido conversaciones entre IMAS, ayuntamiento de Porreres, Obispado y Parroquia para poder ubicar en dichas dependencias un futuro centro de día. El problema sigue siendo el mismo con el que se encontraron años atrás a la hora de ubicar dicho centro en Sant Felip de Porreres: el IMAS no puede hacer inversiones publicas en edificios privados. Por ello se está esperando la respuesta de los servicios jurídicos del Obispado de Mallorca para saber si se realiza una cesión o donación del edificio para que se pueda construir un centro de día y una nueva residencia que cumpla con la normativa.

Según nos han comentado los responsables del centro, si se construye el centro de día se tendrían que dejar de utilizar tres habitaciones subvencionadas para residentes dependientes y la gestión sería deficitaria completamente. A esta situación hay que añadir que durante estas últimas semanas se han producido varias averías en el ascensor central y en parte del aire acondicionado. Lo cual añadido a las reformas que aun no sé han realizado, ha precipitado el anuncio del cierre de la residencia.

Estas últimas jornadas se han mantenido reuniones con los familiares de los residentes para explicarles que durante los próximos tres meses se tendrá que reubicar en otra residencia a sus familiares y que, en el caso de no haber conseguido plaza, desde el IMAS se han comprometido a encontrarla. Por lo que hace referencia a los trabajadores, también se les ha informado de la situación. Si durante estos tres meses no encuentran otro trabajo serán indemnizados según marca la ley.

Des de el Ayuntamiento se está a la espera de la respuesta del Obispado para iniciar las gestiones necesarias para poder tener el ansiado centro de día el próximo año y en un período más largo, posiblemente poder abrir las nuevas instalaciones de la residencia.