Uno de los residuos más presentes en las playas de Manacor y de toda Mallorca son las colillas de cigarrillo. Los expertos calculan que este residuo representa alrededor del 80% de la suciedad que se concentra cada verano en los arenales de Balears. Por ello "desde la delegación de Turismo no podíamos quedar de brazos cruzados ante esta realidad y hemos decidido repartir 10.000 ceniceros entre los bañistas", explica la concejala, Antònia Llodrà.

Están a disposición de los bañistas de todas las playas vigiladas del municipio. "Sabemos que en toda la isla diversos colectivos trabajan en la retirada de colillas de las playas, y desde Manacor hemos querido poner nuestro granito de arena. Hace tiempo que trabajamos en este proyecto y el contrato de gestión de las playas ya contemplaba esta campaña como una mejora", explica Llodrà. Es la concesionaria de las playas la que ha asumido el gasto que supone fabricar y repartir los ceniceros, con el objetivo de mantener los arenales limpios y libres de contaminación.

De hecho los operarios del mantenimiento de las playas del municipio de Manacor intentan retirar las colillas de la arena, que no supone sólo un problema visual. Y es que la química que contiene un cigarro puede llegar a contaminar unos cincuenta litros de agua de mar, y una colilla tarda unos diez años en degradarse y desaparecer de la naturaleza.

Además con cada cenicero se dan a conocer algunas prácticas ambientales. Así se pide a los bañistas que utilicen los ceniceros, que respeten el sistema dunar y la vegetación, que utilicen las papeleras y separen bien los residuos.