"Curiosamente, las dos personalidades que más me han influido ideológicamente tienen su retrato colocado en la sala de plenos del Ayuntamiento, los dos hijos ilustres de Montuïri, el alcalde Joan Mas i Verd y el músico Antoni Martorell. En ellos encontraremos grandes valores, más ideas que nos hermanan que las que nos separan. Si seguimos sus referentes, cada día haremos nuestro pueblo más justo, más culto y más libre". Estas conclusiones emanaron del reciente pregón de las fiestas de Sant Bartomeu que se están celebrando durante este mes de agosto y que pronunció Pere Sampol i Mas.

Pere Sampol, nacido en 1951, cuenta con una dilatada e intensa actividad política como regidor local desde 1983 hasta 1993, diputado parlamentario, líder de la candidatura del PSM al Parlament de les Illes Balears (1995 y 1999), vicepresidente del Consell de Mallorca y senador por las Illes Balears en el cuatrienio 2007-2011. Fue director de la Fundació Emili Darder y es autor de cinco libros sobre política.

Joan Mas i Verd

De su abuelo, el alcalde republicano Joan Mas, expuso lo que le contaba su abuela, la padrina Collet, sobre la tragedia que azotó a su familia: "Un padre, alcalde, que tuvo que esconderse en una caseta del campo a donde un familiar le había transportado, oculto en un carro de paja. De día se ocultaba en el pajar y de noche marchaba a casa para acariciar a sus cuatro hijas de entre dos y ocho años que dormían y para estar con su mujer hasta el alba".

"Años más tarde, demasiado tarde -continuó diciendo- hemos podido rendir homenaje a las víctimas de la Dictadura; pero no hemos sido lo suficientemente conscientes del calvario que sufrieron las auténticas heroínas de aquella barbarie, sus viudas".

El alcalde Mas, a quien se debe la construcción de las escuelas y del cementerio, al preguntarse qué era república, escribía que "la misma palabra lo canta de manera clara. Re-pública: cosa pública. Defensa de la transparencia y de la democracia entendida como justicia social, igualdad de oportunidades, los derechos de las mujeres, las condiciones de vida de los trabajadores, la obsesión por combatir el analfabetismo, la convicción que solamente la educación hace personas libres...".

Antoni Martorell

Al tramitar la declaración de hijo ilustre del padre Antoni Martorell, el pregonero Sampol descubrió en él una personalidad brillante. Le sorprendió su dominio del idioma, la riqueza de su vocabulario y la firme defensa de la mallorquinidad. Tenía gran sentido del humor. Era muy crítico con la despersonalización cultural, la destrucción del territorio y del modelo turístico.

Del eminente músico internacional, reprodujo frases de su solemne investidura como Doctor Honoris Causa de la UIB en 2001: "Cualquier persona bien nacida, ama su historia, sus ancestros... El día en que se evapore nuestra conciencia histórica, morirá nuestra vocación (destino) de pueblo. La conciencia de pueblo es la base de una sana y correcta interculturalidad, entendida como un sistema de convivencia... Una cultura monocroma sería siempre pobre. Los nativos de lugar, los auténticos representantes de la cultura local, tienen el derecho a hacer prevalecer la propia cultura sobre las otras sobrevenidas, como base de la convivencia social, con tal de que se respeten los derechos de los otros... No actuar según estos principios será máquina de autodestrucción".

Pere Sampol hizo profundo hincapié en la protección del territorio que defendía el Padre Martorell i Miralles, quien en el pregón de Sant Jaume de Santanyí (1987) dijo: ¿No sabéis que todo este maravilloso entorno configura también vuestra identidad? ¿No os dais cuenta que si malgastáis este tesoro de la naturaleza y paisaje, podéis ver un día volatilizada vuestra mejor herencia y esfumadas vuestras fisonomía y personalidad específicas? ¿No veis que el bosque, la huerta, la costa, los cultivos pueden quedar reducidos a un yermo de cemento estéril y desolado?".

Comentó Sampol i Mas que en el pregón santanyiner el padre Martorell esgrimió un pensamiento hoy muy actual: "No amamos nuestra identidad cultural porque, en el fondo no amamos la libertad. Vivimos alegremente encadenados a inconfesables esclavitudes.... El mallorquín de hoy sigue atado a numerosas cadenas: el oportunismo, la indolencia, la apatía, el dinero, la política... El legado más bello que podéis dejar a vuestros hijos es una conciencia de pueblo, sentido de la personalidad étnica, percepción de la propia dignidad moral, amor entrañable a la cultura atávica, afecto devoto a la naturaleza, celo por la lengua, fidelidad a la patria...".

Montuïri

En sus diferentes apartados referentes a su pueblo, Sampol apuntó que afortunadamente, en Montuïri, las cosas van cambiando ya que "valoramos la cultura y el patrimonio, somos más conscientes de defender la lengua catalana y empezar a tomar conciencia de dónde venimos y saber quiénes somos".

En un análisis histórico de sus años de juventud, recordó el despertar político montuïrer de los años setenta, los deseos de libertad, amnistía y estatuto de autonomía en cuyos ideales Montuïri fue líder: Una asociación de vecinos transversal y cuna de candidatos electorales de los tres partidos políticos, una banda de música que se convertía en la más popular de Mallorca e interpretaba la Balanguera, els Segadors, la Internacional, entonces prohibidas". Dedicó especial atención a la Obra Cultural Balear, "la entidad más dinámica y reivindicativa". Fue escuela de democracia, organizó conferencias en las que se acababa hablando de política, trajo a Montuïri a Maria del Mar Bonet, UC, Raimon con tres mil personas que gritaban "jo dic no" en la estrofa más vigente "hem vist, tancats a la presó, homes plens de raó". La OCB creó la Cançó del Camp i Colles de Xeremiers, auténtica muestra de cultura popular e inicio de la recuperación de las colles de xeremiers; instauró los famosos Darrers Dies a los que acudía gente de toda Mallorca...

El pregonero del 2018 adornó su intervención con anécdotas curiosas y simpáticas como la del cuadro de Llopis (milagro de San Antonio de Padua) localizado en la capilla de San Pedro del templo parroquial en la que un sacerdote daba la comunión a un asno. También, la del dimoni de los Cossiers -entonces Joan Mayol- cuando en los años setenta, a la salida del oficio, se desencadenó una gran tempestad y salió a la plaza desafiando al cielo. Cuando se produjo el fuerte estampido de un potente trueno, se echó al suelo y simuló su muerte estirando las piernas y efectuando movimientos compulsivos.

¿Qué es el pueblo?

En los momentos finales de su disertación, Sampol definió lo que significa pueblo: "No es solamente el estricto sentido físico del término municipal, tal como construcciones, tierras... Hablo del pueblo formado por personas que, a pesar de todas sus respectivas individualidades y diferencias de pensamiento, comparten tradiciones, lengua, cultura, historia... y que se sienten identificadas como miembros de una identidad cultural".