El fenómeno de las cabras salvajes que, en estos meses de verano, se acercan a núcleos urbanos en busca de agua y comida afecta también a vecinos de Calvià vila, que se encuentran a estos animales en sus casas. Estos residentes se quejan de la falta de respuestas de las instituciones a este problema, sumándose a las críticas expresadas por un grupo de vecinos de la urbanización Costa d’en Blanes, como ya informó en su día DIARIO de MALLORCA.

Precisamente, esta semana, los vecinos de esta zona residencial volvían a incidir en la peligrosidad que entraña la presencia de las cabras salvajes, al tiempo que lamentaban el “pasotismo” institucional.

“La inoperancia del Ayuntamiento de Calvia y del Consell de Mallorca (es difícil determinar quién supera a quién) convierten una de las mejores zonas residenciales de la isla, al equivalente a una granja en Zimbabwe, lo que contrasta con la eficacia recaudatoria de ambos organismos, propia del mejor cantón suizo”, se quejó ayer un residente en Costa d’en Blanes, que refirió que la presencia de cabras no ha disminuido un ápice desde que hicieron públicas sus denuncias.

El departamento de Medio Ambiente del ayuntamiento de Calvià les informó de que carece de competencias para actuar y comunicó que había puesto los hechos en conocimiento del Servicio de Protección de Especies de la dirección general de Espacios Naturales y Biodiversidad.