Las olas se lo pusieron ayer difícil a los organizadores de la tradicional fiesta de los patos en Can Picafort El lugar tradicional, conocido popularmente como el mollet dels inqueros se veía literalmente barrido por el mar, y de haberse intentado realizar la fiesta probablemente más de un bañista se hubiera visto en apuros. Por esa razón unas horas antes de llevarse a cabo se decidió trasladar el acto festivo a la playa pequeña, situada junto al puerto deportivo y la plaza Cervantes.

El objetivo fue posibilitar el acto, pero la mala fortuna quiso que el agua de ese lugar dejase mucho que desear. Se vio muy turbia, plagada de restos de plantas acuáticas e incluso en la zona más resguardada olía mal. Muchos de los bañistas salían del agua quejándose de dicha circunstancia. Algunos no dudaron en recurrir a las mangueras de agua limpia del puerto para quitarse de encima los restos de plantas y el olor a agua embalsada.

A pesar de los inconvenientes, la fiesta empezó a las doce en punto. En lugar de las barcas arrojando patos, este año se hizo desde una plataforma flotante y desde tierra, dadas las especiales circunstancias. Eso hizo que realmente no hubiera casi competición, pues casi todos los bañistas hacían pie.

Lanzamiento

Aun así, varias personas se esforzaron en lazar los patos de goma todo lo lejos que pudieron para darle más emoción.

La playa pequeña estuvo repleta de gente. El alcalde, Joan Monjo, manifestó que se calculaba una asistencia de unas 2.500 personas aproximadamente.

Tras una hora de lanzamientos, los participantes fueron desfilando hacia la plaza Cervantes donde se usó el escenario de las verbenas para efectuar el sorteo y la entrega de premios.

De los 1.000 patitos de goma que se lanzaron al agua, 170 tuvieron premio. Este año la entrega fue mucho más ágil que los precedentes ya que se ha informatizado el sorteo.

Una niña apretó un botón en un mando a distancia y un ordenador, usando un programa informático de selección aleatoria, dio los 170 números premiados de una sola vez. Los animadores del sorteo fueron anunciando los números premiados y los agraciados fueron subiendo al escenario para meter la mano en una urna y sacar su premio.

La ceremonia de entrega estuvo repleta de buen humor por parte de los animadores que hicieron saltar a los niños con sus patitos de goma al aire mientras se iban comentando los regalos que se podían obtener

Todos los premios han sido donados por comercios del núcleo costero y por la asociación de hoteleros. Los números premiados pueden consultarse en el Facebook del Ayuntamiento.