La playa de Cala Millor se convirtió ayer en el ejemplo visible de la lucha contra las colillas en los arenales mallorquines. El director general de Calidad Ambiental del Govern, Sebastià Sansó, fue el invitado dentro de la campaña 'Llosca x Llosca Estiu 2018', organizada desde hace ya dos veranos por el colectivo 'No más colillas en el suelo Mallorca' (NMCS), cuyo responsable y creador, Miquel Garau, animó a los voluntarios que se concentraron con botellas y garrafas vacías, a las 18 horas en la primera línea de la playa que transcurre entre los municipios de Sant Llorenç y Son Servera, para que comenzaran a recoger cuantas colillas pudieran implicando también a los bañistas al grito de No més llosques!

La playa de Cala Millor pasa por ser actualmente uno de los arenales más afectados por el abandono de colillas, lo que la hace punto estratégico de la campaña de limpieza ambiental, que entre otras cosas pretende que cada persona se involucre a título personal hasta el 23 de agosto, compartiendo sus fotografías en las redes sociales marcando la ubicación de la playa donde estén y añadiendo el hashtag #lloscaxllosca.

Decenas de miles de colillas

Teniendo en cuenta que cada litro de una botella o bidón de plástico son unas 500 colillas, fueron decenas de miles las que ayer lograron ser rescatadas de la arena y sus aledaños, en una jornada que comenzó con una comida en el restaurante Es Cruce y que tuvo en Cala Millor. La iniciativa, a la que se unieron desde el principio turistas alemanes e italianos, llamó la atención de los muchos bañistas que seguían, bien tomando el sol, o bien transitando por el paseo marítimo, las evoluciones de los voluntarios. Entre ellos la vecina Cecia Servera, quien desde hace años se implica en la conservación medioambiental de la zona y el entorno de la playa del Llevant.