¿Pudo existir una granja romana antes de que los primeros cristianos se asentaran en lo que actualmente es el municipio de Manacor?. Un equipo de arqueólogos y especialistas en georradar escrutan estos días el subsuelo de varias fincas situadas alrededor de la basílica paleocristiana de Son Peretó "con el objetivo de descubrir los auténticos límites del yacimiento arqueológico de época romana que aún permanecen bajo el subsuelo", explica el arqueólogo Miquel Àngel Cau, uno de los responsables del proyecto , que depende de la Universidad de Brown (Nueva Inglaterra, Estados Unidos) y la Universitat de Barcelona.

Con los datos obtenidos hasta ahora "podemos decir que en todo el entorno estudiado existen estructuras de tipo habitacional similares a las que rodean la basílica, y eso nos hace pensar que en este lugar existía una gran villa, que es el nombre que dan los romanos a las granjas y las explotaciones agrícolas", explica Cau.

Así los especialistas suponen que la gran granja se estableció y funcionó desde los tiempos de la dominación romana y que con la llegada del cristianismo incorporó la basílica. Con todo, "con el georradar y la magnometría sólo obtenemos una radiografía del subsuelo, un mapa de lo que podemos encontrar enterrado pero para confirmar cualquier hipótesis tendremos que excavar sobre el terreno", añade la directora del Museu d'Història de Manacor, Magdalena Salas.

Los especialistas que trabajan en Son Peretó utilizan una combinación de dos técnicas: la magnometría y el georradar. La primera permite descubrir estructuras que no son visibles en superficie, como muros y habitáculos enterrados. Se basa en la detección de variaciones locales en la intensidad del campo magnético terrestre; que pueden tener una explicación geológica, pero a su vez pueden dar indicios de construcciones que se encuentren bajo tierra e invisibles al ojo humano.

Seleccionar antes de excavar

Además, el equipo de especialistas que trabaja en el yacimiento manacorí también utiliza el georradar "para definir aún mejor las estructuras que se detectan con el magnetómetro". Su tecnología se basa en la transmisión de ondas electromagnéticas de banda ultra ancha en los materiales. Éstas se reflejan cuando llegan al límite situado entre dos materiales con diferentes consistencias y propiedades eléctricas, por lo que se pueden definir las estructuras o las construcciones sin excavar.

El objetivo de este proyecto es obtener la información más grande posible antes de hacerlo, precisamente para poder seleccionar los lugares más adecuados de acuerdo con los objetivos científicos. De hecho Son Peretó es "el lugar de Mallorca donde se realizan más excavaciones (catorce campañas ininterrumpidas) y el único yacimiento mallorquín de la antigüedad tardía que cuenta con un conjunto basilical y una necrópolis, y que además está musealizado y adecuado a las visitas", explica Salas.

Precisamente para proteger el entorno arqueológico de Son Peretó el Ayuntamiento agrandará la finca pública donde se ubica adquiriendo la parcela que se encuentra justo al lado del actual terreno público, y de unos 15.000 metros cuadrados.