Vecinos y comerciantes de Manacor se han quejado durante estos días de la colocación, por sorpresa y sin permiso en sus fachadas, de una serie de cables de fibra óptica que afean la estética de sus viviendas y comercios. Unas críticas que han sido redirigidas al Ayuntamiento, que pese a considerar que es un "atropello" debe obedecer a la ley estatal de telecomunicaciones.

Y es que durante las últimas semanas han sido frecuentes, en distintos barrios de Manacor, estampas de trabajadores de empresas de telefonía subidos a sus escaleras instalando nuevo cableado o colocando cajetines en fachadas con el aparente beneplácito de sus propietarios. Si bien es cierto que algunos de ellos sí que han dado permiso por escrito para que así sea, muchos otros se encuentran con un nuevo estropicio en su fachada sin consentimiento alguno.

Fue el caso de diversos comerciantes de la calle Joan Lliteres, en pleno centro de Manacor, quienes descubrieron al abrir las puertas de sus negocios, que sobre ellas les habían instalado nuevos cables. "Es una vergüenza. Están destrozando lo bonito de los pueblos de Mallorca con acciones que se realizan por la noche o durante los domingos para que no nos demos cuenta, sabiendo que no tienen nuestro permiso para ello", critica Joan Sebastià Amer mientras señala el entuerto.

Pueden negarse

Por su parte la concejala de Urbanismo local, Bel Febrer, explica que el asunto viene de hace unos meses, "cuando Telefónica, por ejemplo, pidió al Ayuntamiento permiso para pasar su cableado por las fachadas, a lo que nos opusimos ya que va en contra de nuestras Normas Subsidiarias, sobre todo en la zona histórica".

Febrer, quien anima a los vecinos que se encuentren en dicha situación "que si no han firmado y no quieren más cables, lo digan a los operadores porque están en su derecho", continua explicando que ante la situación "y supongo que considerando que vulnerábamos sus derechos, estas compañías protestaron ante en Consell de Mallorca, que hace unos meses resolvió que el consistorio debía ceñirse a la ley general de telecomunicaciones".

Desde el consistorio lamentan la situación y el hecho probado de que "trabajen en horarios y días en que no tenemos celadores disponibles, por lo que nos es imposible controlar estas situaciones", dice la concejala, quien ayer mismo envió ya a una patrulla de la Policía Local a la calle comercial para conocer lo ocurrido, y por si los agentes podían ayudar ante lo que se cree un abuso de poder de estas compañías.

"Nos sentimos completamente desprotegidos", explica el comerciante; "tenemos una casa de 1908, en teoría catalogada y situada en la avenida de Na Camel·la, en la que no tienen ningún en instalar más cables". "Hace unos días unos vecinos nos pidieron permiso para pasar una canalización provisional de agua para sus peluquerías, y no tuvimos ningún problemas. Pero no haremos los mismo con empresas de Madrid que no tienen en cuenta nuestra opinión ni les importa que nos neguemos".