Sanciones diarias de la Policía, limitaciones a la actividad musical, exhaustiva cobertura mediática y críticas de vecinos y políticos. Éste es el catálogo de agravios que esgrime uno de los principales empresarios de Punta Ballena (Magaluf), Alejandro Jara, quien, en declaraciones públicas, ha querido decir "basta" ante el clima de opinión imperante en que siente que a los empresarios como él se les trata de "apestados".

"Nos insultan por televisión. Nos cosen a multas. Las calles donde tenemos los locales están sucias, las baldosas levantadas. ¡Nos tratan como a un perro sarnoso!", se lamenta Jara, quien cuenta con varios locales en la arteria de ocio nocturno más conocida de Mallorca; unos establecimientos que, remarca, emplean a unos "200 trabajadores".

Jara tiene en especial palabras críticas para una administración municipal presidida por el alcalde socialista Alfonso Rodríguez Badal que ha hecho bandera de la "mano dura" contra determinadas prácticas de los empresarios de la noche.

"No arreglan el problema"

"Sólo quieren recaudar, no quieren arreglar el problema. Y yo siempre soy más partidario de arreglar las cosas", enfatiza este empresario, quien protesta por la cuantía de las multas que llegan a recibir "cada noche", denuncias "de 10.000 y 15.000 euros", según apostilla.

Cabe recordar que, la semana pasada, el ayuntamiento de Calvià inició expedientes sancionadores contra 13 establecimientos de Punta Ballena por infracciones de la ley contra la contaminación acústica de Balears.

Concretamente, el Consistorio informó de que se multó a estos locales por mantener las puertas abiertas a partir de la medianoche, a pesar de que la ordenanza municipal prescribe que "en horario nocturno, la actividad se ejercerá con las puertas, ventanas, huecos y cualquier tipo de apertura cerrados".

La gente está "cabreada"

Jara remarca que toda esta situación se da en una temporada en que la facturación no está yendo como se preveía. "Estamos un 30 ó un 40% por debajo de lo previsto", subraya, para definir coloquialmente a continuación la situación del sector: "La gente está muy cabreada".

"Hay poco respeto a los empresarios que hacemos 16 horas pensando sólo en nuestros trabajadores, ¡y no se nos deja trabajar! Todo lo malo que sucede en el municipio, aunque ocurra lejos de Punta Ballena, se nos atribuye a nosotros. Se nos trata como apestados", zanja el empresario, quien se queja además de la falta de puesta a punto de las calles.