La irrupción por sorpresa de una tiburón obligó a desalojar este jueves por la tarde la playa de Calas de Mallorca, principal núcleo turístico y con mayor planta hotelera del municipio de Manacor. Sobre las tres, un escualo se acercó hasta la zona de baño de Cala Domingos, a escasos metros de la arena, lo que hizo que las decenas de personas que en esos momentos se encontraban disfrutando del agua, salieran rápidamente hasta la arena y las rocas laterales, con el fin de resguardarse del animal, que por sus movimientos parecía algo desorientado.
El tiburón, que todo apunta que era una tintorera de más de dos metros de longitud (habituales en aguas mediterráneas pero que extrañamente se acercan tanto a la costa), nadó durante horas en plena playa, hasta acabar recalando en la orilla. Allí socorristas y un grupo de bañistas intentaron retornar al animal, que parecía tener algo en la boca, mar adentro. Finalmente, sobre las seis de la tarde fue trasladado en una embarcación a alta mar.
Trabajadores del restaurante cercano Martinelli Beach Club, explicaban que la llegada del escualo provocó escenas de pánico entre las personas que se vieron de repente muy cerca de él.
"No huyas"
Cabe recordar que la oceonóloga Gádor Muntaner, preguntada cómo se debe actuar si te encuentras ante un tiburón en el mar, sea de la especie que sea, recomienda en primer lugar "no huir. Y si lo haces, que no lo parezca. Es lo que hacen todas sus presas y pensará que eres una más".
"Si lo ves pasar y no se dirige hacia ti, déjale, no hay ningún peligro. Pero si va hacia ti, haz tú lo mismo. Adoptar esa actitud de depredador los va a desconcertar y no te atacarán. Si llevas gafas de bucear, es muy importante mantener el contacto visual. Y mira detrás tuyo, pueden estar acercándose por tu espalda para satisfacer su curiosidad. Si estás con alguien más, juntáte a él, parecerás más grande y desincentivarás un ataque", aconseja.
Solo hay que preocuparse cuando percibes que el animal hace movimientos erráticos y rápidos y se acerca hacia ti con las aletas pectorales bajadas. "Es una actitud sintomática de que está incómodo con tu presencia. En estos casos, piensa en salir del agua", advierte la especialista que, no obstante, quiere dejar bien claro que los ataques de tiburones a seres humanos son más cosa de las películas que de la realidad.
"Ellos suelen estar más asustados con tu presencia que tu con la suya. Llevo ya dos campañas en Isla Guadalupe, el mejor punto turístico del mundo para ver blancos en medio del mar desde una jaula, y no me falta ninguna pierna ni ningún brazo. Y yo, como científica, estoy autorizada a salir de la jaula y a nadar con ellos", tranquiliza.
