El juez Íñigo Ares, del juzgado de instrucción número 3 de Palma, ha dictado una sentencia sobre un juicio por delito leve, en la que absuelve a José Manuel Barrero, secretario del Ayuntamiento de Andratx, que fue denunciado por una funcionaria. Este juicio se celebró hace varias semanas en el juzgado como consecuencia de la denuncia que presentó una funcionaria en comisión de servicios, que discrepaba con el secretario sobre el proceso de promoción interna en el que estaba participando.

Los hechos por los que se ha pronunciado el juez ocurrieron el pasado mes de marzo. La trabajadora del Ayuntamiento aseguró en el juicio que el secretario acudió a su despacho, "muy agresivo y nervioso", acusándole de haber publicado un texto en su contra en una página de una red social. La mujer detalló que más tarde ella acudió al despacho del secretario acompañado de otra funcionaria, siendo increpadas ambas trabajadoras. Afirmó que el denunciado les dijo que "no eran personas dignas, que cómo habían entrado en el Ayuntamiento y que tendrían que haber estudiado más". Asimismo, relató que el secretario les anunció que les iba "a joder la vida" y que "a la persona que había hecho la publicación le iba a cortar el cuello". La funcionaria que le denunció manifestó al juez que no tenía mala relación con el secretario, si bien también confesó que había intentado recusarle en relación a las oposiciones internas, aunque no lo consiguió. También reconoció que si perdía el puesto de trabajo que tenía, cobraría menos dinero.

Sin embargo, el juez llega a la conclusión de que no existe prueba alguna, tal como señaló el abogado defensor Fernando Mateas, de que el secretario del Consistorio hubiera pronunciado dichas frases amenazantes.

El secretario siempre negó las amenazas. Explicó que habló con la funcionaria en un tono normal y que le manifestó su decepción por unos escritos que había redactado en contra de él. Reconoció que le advirtió que estaba planteándose demandarla.

El juez, una vez valoradas las dos versiones, entiende que no se han demostrado dichas amenazas y por tanto dicta una sentencia absolutoria. Sin embargo, apunta a que la funcionaria habría actuado con rencor.