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La mayoría de elementos BIC incumple el régimen de visitas fijado por ley

Mallorca es muy rica en patrimonio catalogado, con unos 2.000 elementos calificados como Bien de Interés Cultural (BIC), pero la mayoría son privados y solo pueden ser disfrutados por los propietarios. La Ley 12/1998 de Patrimonio Histórico de Balears pretendía democratizar la riqueza patrimonial para que el resto de la sociedad también pueda apreciar la belleza de estas propiedades especiales, fijando un mínimo de cuatro días mensuales en horarios previamente señalados para que todos los ciudadanos puedan acceder a los bienes.

No obstante, esta norma es papel mojado, porque apenas se cumple en las propiedades privadas. El caso de la Fortalesa de Pollença es solo un ejemplo de los numerosos que existen en la isla. Importantes edificios como el Castell del Rei (Pollença) o emblemáticos patios del casco antiguo de Palma permanecen cerrados a la ciudadanía.

La ley no incluye un marco regulador que fije los requisitos obligatorios para cada BIC. Por este motivo, la apertura al público de los elementos patrimoniales privados solo es posible si antes se firma un convenio con la propiedad. Asociaciones conservacionistas como Arca reclaman desde hace tiempo que se estudie caso por caso para determinar qué monumentos pueden abrirse al público.

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