Las posibilidades de que el público pueda visitar la emblemática 'possessió' de la Fortalesa, en el Port de Pollença, se desvanecen lentamente, a pesar de que la ley de Patrimonio Histórico avala la apertura al público de los elementos catalogados como Bien de Interés Cultural (BIC) al menos durante cuatro días al mes. El ayuntamiento 'pollencí' admite que las negociaciones con la propiedad de la finca están en punto muerto y que han apreciado indicios de que el propietario inglés no está por la labor de firmar un convenio que garantice el cumplimiento de la ley que regula las visitas a los monumentos catalogados para que toda la sociedad pueda disfrutarlos de forma esporádica.
En el pleno municipal de junio, el grupo de Alternativa per Pollença preguntó al equipo de gobierno de Junts Avançam y UMP sobre las negociaciones con la propiedad de la Fortalesa. La respuesta no deja mucho margen para el optimismo: "En los últimos contactos hemos notado muy poca voluntad por parte de la propiedad""En los últimos contactos hemos notado muy poca voluntad por parte de la propiedad".
El Ayuntamiento empieza a lavarse las manos en el asunto y traspasa el peso de las negociaciones al departamento de Patrimonio del Consell. "A partir de ahora, ellos liderarán la negociación", concluye la respuesta municipal al citado grupo político, que calificó de "surrealista" la falta de predisposición de la Fortalesa "cuando hace un año sí la había".
El teniente de alcalde de Urbanismo, Tomeu Cifre Bennàssar, confirma las dificultades para llegar a un acuerdo con la propiedad de la 'possessió' del Moll. "Parece que no hay muchas ganas por parte de los propietarios; de todas formas, hace poco hablamos con el departamento de Patrimonio del Consell porque es una competencia suya y respondieron que intentarían retomar los contactos", explica.
El Ayuntamiento admite que nunca se ha sentado cara a cara con el millonario británico que adquirió la finca en el año 2008 por unos 125 millones de euros, un precio que situó a la 'possessió' mallorquina, con una extensión de 90.000 metros cuadrados en un lugar privilegiado de la península de Formentor, en el primer puesto del ranking de propiedades más caras en el Estado español. "Siempre ha sido a través de intermediarios", apunta Cifre.
Hace un año, el Ayuntamiento lanzó una propuesta concreta al Consell para abrir la Fortalesa dos veces al mes a las visitas públicas. La institución insular debía emitir un dictamen antes de sentarse a negociar con la propiedad de la finca 'pollencina'. No obstante, esta propuesta no ha llegado a definirse.
El Consistorio lamenta la "ambigüedad" que presenta la Ley de Patrimonio Histórico y que el intento de regulación que pretende el texto "no aporta las herramientas necesarias para hacer cumplir la ley". Según Cifre, la normativa se presta a diferentes interpretaciones. "Incluso hay gente que interpreta que las visitas a los monumentos BIC pueden ser virtuales y no presenciales", añade.
"La verdad es que era más optimista a principio de legislatura sobre las visitas públicas a la Fortalesa", concluye el regidor de Urbanismo.
