Con la llegada del verano, prolifera la oferta de fiestas privadas en fincas rústicas de 'fora vila', muchas de ellas alquiladas por grupos de jóvenes expresamente para organizar estos eventos, a través de convocatorias que se hacen en grupos de WhatsApp. El argumento que suelen ofrecer cuando reciben la visita de los agentes de la Policía Local es que es una simple celebración entre amigos, para evitar que se les atribuya una infracción a la ley de actividades por organizar eventos sin la preceptiva licencia.