El alcalde de Consell, Andreu Isern, ha solicitado una reunión con la Guardia Civil con el objetivo de dar respuesta a las quejas vecinales por las molestias generadas por las fiestas periódicas que se organizan en una casa situada al lado de la carretera que une Consell y Alaró.

En declaraciones a este diario, Isern confió en que la reunión con la Benemérita se produzca en los próximos días. No obstante, el alcalde de Consell reconoció la dificultad para actuar contra estas celebraciones, ya que, recordó, sin una orden judicial no se puede entrar para comprobar si se trata de una mera celebración entre amigos o de un evento con una finalidad lucrativa.

Los residentes de los alrededores se quejan de que estas fiestas se prolongan de noche y de día, además de generar un tráfico inusitado de coches a horas intempestivas. El problema no es nuevo y alguno de los afectados explica que lleva dos años protestando por esta situación.

En el caso de la finca de Consell, el pasado fin de semana los vecinos refirieron que los coches entraban y salían con regularidad, con la ayuda de un hombre que ejercía de portero. En el interior de la propiedad, había carpas de color blanco en su interior, mientras la música sonaba a todo volumen.

Los residentes afectados contaron que se fueron a dormir oyendo la música y que, cuando despertaron, la fiesta seguía y que no conluyó hasta bien entrada la tarde del domingo.

Esta semana, al conocer la noticia de las quejas vecinales por esta finca de Consell, la Asociación Balear de Ocio Nocturno y Entretenimiento (Abone) expresó su preocupación por el hecho de que las administraciones no tengan respuesta ante la celebración de fiestas en fincas privadas situadas en zonas rurales, ya sea en formato after hours, pool parties o free parties.