El Govern ha aplazado los trabajos de exhumación de la fosa de Alaró hasta el próximo otoño debido a que el equipo técnico de Aranzadi "se vio con la necesidad de paralizar la actividad arqueológica porque las circunstancias suponían un riesgo por las personas que trabajaban".

Los trabajos de exhumación de esta fosa, en la que se buscaba los cuerpos del que fuera alcalde de Mancor, Pau Crespí Villalonga, y de su hijo Onofre Crespí Riera, asesinados en 1936, se iniciaron el pasado 2 de julio y la última jornada de trabajo fue el pasado sábado.

Poco después de iniciarse los trabajos, el equipo encontró un pozo situado en el terreno donde se estaba interviniendo, hallazgo que no entraba dentro de las previsiones. Se excavó todo el perímetro que se encontraba alrededor del pozo, y no se encontraron los restos de las dos personas que se buscaban. Después empezaron los trabajos dentro el pozo, hasta llegar a los cinco metros de profundidad, pero según los técnicos de Aranzadi seguir avanzando suponía un riesgo para los arqueólogos, ya que no disponían de la infraestructura adecuada, según ha explicado el Govern en un comunicado.

El próximo otoño el equipo técnico de Aranzadi montará una infraestructura específica para poder excavar este pozo con un equipo especializado junto con nuevas tareas de exhumación en del Pou s'Águila de Llucmajor y el Pou de Sant Lluís de LlucmajorPorreres