El matadero municipal de Manacor cerró en abril sus puertas para poder subsanar las serias deficiencias detectadas por los inspectores comarcales de Salud Pública desde hacía meses, y que no estaban siendo solucionadas por la empresa encargada de la gestión de la infraestructura.

Tal y como confirmó en su momento la directora general de Salud Pública, Maria Ramos, había que acometer mejoras en una instalación que "era muy vieja y con problemas de mantenimiento". En un principio el ayuntamiento de Manacor dijo que se trataba de una "parada técnica de un par de semanas", lo que obligó a sus clientes a llevar a sus animales a los mataderos de Palma, Inca o Felanitx para su sacrificio y despiece.