El matadero de Manacor permanecerá cerrado por lo menos tres meses más. Esa es la conclusión a la que ha llegado el Ayuntamiento tras aceptar la renuncia por escrito de la empresa Serveis d'Escorxador SL, que ha aprovechado el parón de la actividad por obras para echarse a un lado, después de décadas prestando el servicio. "Lo ideal sería que recapacitara y volviera, pero al mismo tiempo no podemos estar parados y los servicios jurídicos, en colaboración con la conselleria de Agricultura, ya estamos buscando otra empresa que quiera ejercer las labores de matanza hasta la concesión definitiva", explica el concejal responsable, Antoni Sureda.

A mediados del pasado mes de abril la conselleria de Medio Ambiente y Agricultura obligó al ayuntamiento de Manacor a cerrar momentáneamente las instalaciones, para que se pudieran acometer con urgencia una serie de mejoras necesarias a nivel sanitario, como la instalación de más de veinte lavamanos nuevos, una máquina para desinfectar los cuchillos, luces y caldera nuevas, el repintado del suelo y las cámaras, un repaso a las goteras de la cubierta o la limpieza integral de la zona de troceado de los animales. A las que debería seguir una segunda fase "ya con el matadero funcionando".

Durante los dos meses que duraron los trabajos ya se rumoreó la posibilidad de que la concesionaria de facto pudiera renunciar a seguir con un matadero que presta servicio a muchos municipios, sobre todo de la comarca de Llevant.

"Así las cosas, en lo que estamos ahora es tratando de encontrar la fórmula por la que el Ayuntamiento se encargaría de cobrar los servicios a un precio público, para después pagar a la empresa elegida por el trabajo realizado", remarca Sureda, cuya concejalía ya ha llevado a cabo un estudio de viabilidad económica de la instalación municipal, de la que no duda en cuanto a su continuidad, "si no, no hubiéramos invertido en las mejoras"; aunque reconoce que el proceso puede alargarse hasta después de verano.