Las acciones vandálicas contra el patrimonio y el paisaje mallorquín también llegan por mar. Rocas pintadas con aerosoles de colores fluorescentes y diferentes firmas y lemas enturbian, desde hace unos días, el idílico paisaje de aguas cristalinas de sa Punta Negra, la playa situada en el municipio de Santanyí, muy cerca de na Caragol y accesible solamente desde el mar o a través de la finca privada de s'Avall (en el municipio de ses Salines, o saliendo de s'Avallet ya en terreno santanyiner.

Se trata de un entorno privilegiado donde todavía permanecen en pie dos escars(casetas que servía de varaderos a los antiguos pescadores), en que los autores anónimos han dejado sendas pintadas con los lemas en alemán Der Lachs (que traducido del germano sería 'el salmón') y Pam Pam, más otra en una de las rocas muy cerca del agua, donde se puede distinguir la firma 'Berlin'. Todas ellas en colores malvas y amarillos.Competencia de Costas

Hace ya unos días que el ayuntamiento de Santanyí está al corriente de los grafitis. El alcalde pedáneo de es Llombards, Mateu Nadal, se ha mostrado muy molesto con los acontecimientos, que ya se han puesto en conocimiento de Demarcación de Costas, responsable de las competencias de la primera línea costera y a la que el consistorio pide celeridad para esclarecer lo ocurrido y haga lo posible por limpiar el espacio rocoso.

El ayuntamiento santanyiner, a su vez, ha avisado a la Policía Local para que intenten esclarecer la autoría de las pintadas, cuyas firmas podrían dar pistas definitivas acerca del autor o autores y de cómo llegaron hasta el lugar.

Sa Punta Negra es una peculiar playa rocosa que se adentra unos 150 metros respecto a la línea costera, caracterizada por el contraste de rocas oscuras y mar azul; y que durante años fue el lugar de resguardo de embarcaciones en los tres escars que estuvieron activos.

Se supone que los vándalos han accedido a sa Punta Negra bien a través del paso a pie desde la zona des Llombards, o bien desde la finca de s'Avall, propiedad de la familia March y situada en la Colònia de Sant Jordi. En ambos casos existen controles para solamente permitir los accesos en vehículos a los vecinos empadronados en ambos municipios.

Un aspecto que llama la atención es que no se hayan encontrado en el lugar ningún tipo de restos materiales, ni botes de aerosoles llenos o vacíos. Expertos en grafitis explican que estas pintadas en la roca son muy complicadas de eliminar, dada la porosidad y la rugosidad de la superficie rocosa, además de los colores fluorescentes utilizados en el acto vandálico.