Tal y como ya se preveía, en el municipio de Manacor volverán a reproducirse las penosas imágenes del año 2016, con residuos de todo tipo acumulados, con sus consecuentes perjuicios en la imagen turística y en la economía, así como sus evidentes riesgos para la salud y el medio ambiente. Los trabajadores reiteraron ayer sus denuncias de graves incumplimientos y a medianoche se activó la huelga indefinida.

En contraste, respecto al anuncio de huelga en el Raiguer, ayer hubo reunión del Tribunal d'Arbitratge i Mediació de les Illes Balears (Tamib) y ambas partes acordaron un plazo de quince días para negociar todos los puntos, por lo que se suspende momentaneamente la huelga. Cabe recordar que en Inca también hace semanas se anunció huelga pero al final ésta fue desconvocada al alcanzarse una entente.

Por todo ello, ahora los focos están puestos en el municipio de Manacor. La empresa encargada es Lumsa (FCC) y se suman hasta 59 personas empleadas.

Las reivindicaciones se centran en mejoras salariales y sociales, destacando sobre todo la petición de un sueldo mínimo de 1.000 euros (ahora hay trabajadores que perciben entre 700 y 900 según su categoría laboral).

Ya en 2016 la acumulación de residuos en diversos puntos, principalmente de Manacor y Porto Cristo, fue mayúscula y muchos turistas y vecinos lamentaron la malas sensaciones provocadas.

Comisiones Obreras garantiza servicio de recogida en Hospital, centros de salud, geriátricos, etc., pero defiende a su vez el derecho a una huelga contundente.

El Ayuntamiento, que prevé precisamente un nuevo pliego para adjudicar el servicio, también es muy criticado por inacción y falta de sentido común.