La Orden Franciscana Menor ha decido cerrar la única casa que tiene en Balears, el convento de Sant Bernardí de Petra, dentro de un plan de reestructuración de la nueva provincia de La Inmaculada que abarca a la mayoría de España. Junto a Petra se cerrarán los conventos de Lorca, La Salut, en Barcelona y Mérida. Según la propia Orden, la medida se adopta "para poder potenciar nuestra vida fraterna y nuestra misión".

El abandono de Sant Bernardí implicará también cambios directos en las parroquias de Petra y Sant Joan de las que se han responsabilizado los franciscanos en los últimos años. Paradójicamente el cierre se produce en el momento en el que la comunidad de religiosos cuenta con mayor número de integrantes desde el regreso de los Franciscanos Menores a la casa, en agosto de 1969. Los cuatro frailes que viven en Petra se marcharán ahora a Gilet, Valencia, Las Palmas de Gran Canaria, Villareal y Concentaina, respectivamente.

Sant Bernardí de Petra es uno de los conventos franciscanos históricos de Mallorca. Fundado inicialmente en 1607, fue Colegio de Misioneros y experimentó diversas épocas de esplendor y ampliación hasta la desamortización de Mendizábal, momento en el que contaba con 18 religiosos. Los frailes volvieron a Petra, 134 años después, el 26 de agosto de 1969 con los padres Salustiano Vicedo y Pedro Escriche como rehabilitadores de la comunidad. En su etapa moderna, aparte del aspecto religioso y de culto, ha sido foco cultural y lugar de edición de libros y publicaciones.

En Sant Bernardí de Petra cursó sus primeros estudios Sant Juníper Serra. El convento tiene gran trascendencia por su vinculación directa con el evangelizador de California.

En los últimos tiempos también ha sido polo de atracción y actividad por este motivo.