¿Qué le pasó por la cabeza al saber que había sido distinguida con una medalla del Imperio Británico porsus servicios a la comunidad británica en Balears?

¡Me quedé sin palabras! Recuerdo que iba conduciendo a Manacor para ayudar a un compatriota. Me quedé de piedra. Se me saltaban las lágrimas.

¿A cuántas personas atienden desde Age Concern?

Piense que contamos con varias ramificaciones en la asociación. Por un lado, contamos con la parte social. Hacemos excursiones, organizamos tardes de té, salidas... El objetivo es que la gente disfrute de la compañía. También desarrollamos captaciones de fondo para ayudar a las personas que lo necesitan. Y está la tarea de acompañar a personas al hospital. De hecho, Son Espases me deja una oficina una vez a la semana, los viernes de 10 a 14 horas, en el área de Hospitalización.

¿Con cuántos voluntarios cuenta la asociación?

Contamos con unos 20 voluntarios, de los cuales sólo dos hablamos castellano. Por eso estamos buscando más nativos bilingües, que dominen perfectamente el inglés y el castellano.

El idioma debe de ser la principal dificultad a la que se enfrenten para hacer cualquier trámite en un hospital o en la administración.

Es verdad que es una barrera muy grande, aunque también tengo que decir que ya hay muchos médicos en los hospitales que hablan inglés. En los centros de salud, en cambio, hay más problemas para entenderse. Les ayudamos también a arreglar el papeleo, como los pasaportes.

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Tengo que hacer hincapié en que esta condecoración debe mucho también a la ayuda de todos los profesionales con los que trato habitualmente. Profesionales de instituciones públicas, de los hospitales, trabajadores sociales de los ayuntamientos, de centros de salud...

¿Cuál es el perfil de los beneficiarios de Age Concern?

Normalmente, son mayores de 50 años. Son personas que, por circunstancias de la vida, no les ha ido bien. Sufren problemas mentales, de salud... Yo trabajo mucho con el Consulado británico, siempre de forma discreta y respetando la normativa de protección de datos.

Existe la idea preconcebida de que los jubilados europeos, británicos en este caso, que viven en Mallorca disfrutan de un retiro dorado entre mansiones y campos

¡No todos son ricos! Piense usted que la pensión estatal que recibe un británico es muy pobre. Si tienen una pensión privada, igual sí que tienen más dinero. Muchos de ellos vienen con un sueño, pero después resulta que no hacen los deberes como toca. A veces compran una propiedad en el campo, en un sitio alejado. Pero después vienen los problemas. Les pasa algo, uno de los cónyuges fallece, el otro no sabe conducir, y quedan aislados....

¿A los jubilados británicos que viven en Mallorca les preocupa el 'brexit', el proceso de desconexión de la Unión Europea?

Está claro que el brexit ha generado preocupación, porque la gente no sabe qué va a suceder. El otro día hubo una reunión con el cónsul británico en que se hizo hincapié en que es importante que todos ellos tengan los papeles de residencia en regla y que estén inscritos en el padrón del municipio donde residen.

¿Qué proyectos tiene para el futuro de Age Concern?

Seguir ayudando a esos compatriotas que estén en una situación de vulnerabilidad. Por eso es muy importante profundizar en la captación de fondos, aunque tengo que decir que las personas mayores no son tan 'glamurosas' para atraer fondos a diferencia de otros colectivos.

¿El reconocimiento de la Reina Isabel II puede dar un impulso a la asociación que usted preside?

Quiero pensar que sí. Espero que contribuya a difundir más el trabajo que hacemos desde Age Concern, aunque hoy en día hay muchas organizaciones no gubernamentales y el presupuesto que se reparten entre ellas es cada vez menor.