Un nuevo fenómeno que se mueve en el terreno de la delincuencia, el incivismo y la cultura del todo vale se suma a los habituales del verano de excesos de Magaluf, como puedan ser la prostitución, el trapicheo de drogas o el desfase de las rutas alcohólicas. Lo protagoniza un grupo de una veintena de jóvenes de Palma, que rondan los 17 y 18 años, y flirtean en su día a día con la criminalidad.

Sobre todo los fines de semana, estos jóvenes hacen quedadas para desplazarse a la localidad turística. No aspiran a emborracharse, a ligar y a bailar en discotecas, como otros jóvenes de su edad. Al menos no es ése su objetivo principal. Quedan para "hacer un Maga" ('Maga' es el diminutivo de Magaluf), en medio del desfase predominante.

¿Qué quieren decir con esta expresión? Quieren decir lo siguiente. Ellos entran en escena de madrugada. Por lo general, los viernes y los sábados, cuando los turistas llevan a sus espaldas una trepidante noche cargada de alcohol y, en algunos casos, de sustancias estupefacientes.

Aprovechan ese estado de ebriedad y el hecho de que anden solos, desorientados por la borrachera, para abordarlos en medio de la calle. El objetivo principal es robarles, aunque el asalto puede desembocar también en una agresión si el turista se resiste. El fenómeno lo tiene detectado la Guardia Civil, que trabaja en la identificación de los miembros de este grupo que, cuando llega el fin de semana, quedan para 'hacer un Maga'. El año pasado, ya se produjeron algunas intervenciones de la Benemérita al respecto, detectando en este caso algunos menores sobre los que pesaba algún tipo de condena previa y de régimen de internamiento. Su principal campo de operaciones es el entorno de la calle de los excesos y el paraíso del neón, Punta Ballena, un hervidero de turistas en estos meses del año.

Pese a que forman un grupo estable de unas 15 ó 20 personas, sobre el terreno se suelen mover en grupos más reducidos (cinco o seis) a la caza del turista incauto y, sobre todo, borracho, como confirman desde la Benemérita. En el ámbito municipal, ya han surgido algunas voces pidiendo la misma contundencia contra este fenómeno que se pide contra las prostitutas callejeras, los vendedores ambulantes, el pub crawling (excursiones alcohólicas)...

En esta idea, incide, por ejemplo, el portavoz del grupo político de Esquerra Oberta de Calvià, Alfonso Rodríguez Sánchez, que remarca la criminalización que sufren las meretrices, pese a que la estadística de delitos que se les atribuye no revela cifras alarmantes si se toma como referencia, argumenta, la cifra global.