La nueva campaña de excavaciones en el yacimiento paleocristiano de Son Peretó ha corroborado que existió una plaza para la vida social y comercial del asentamiento. Este año los arqueólogos se han centrado en cuatro puntos: "Se ha seguido excavando la zona exterior que constituía una plaza pública, la tumba infantil situada en el exterior del ábside de la basílica, y se han hecho dos sondeos: uno que ha indicado que la zona de enterramientos se extiende más allá del camino de acceso al yacimiento, y otro para descubrir la estructura de la habitación que habíamos documentado con el georadar", explica el codirector de la excavación, Mateu Riera.
En cuanto al espacio público añade: "pensamos que se mercadeaba porque hemos encontrado cerámica muy desmenuzada, restos de animales aplastados y una nueva moneda que tendremos que estudiar".
Por lo que respecta al ábside donde se situaba el altar y posiblemente los restos de un santo mártir; "era el lugar más sagrado del entorno, sólo para las personas con más poder o influencia". Este año se han localizado allí los restos "de al menos seis niños", dice Riera ante los restos que estudia el jefe del equipo de antropólogos de la excavación, Llorenç Alapont.
Esta es la décimocuarta campaña arqueológica seguida en Son Peretó, lo que lo convierte en "el yacimiento de Mallorca donde se realizan más excavaciones y en el único de la antigüedad tardía que cuenta con un conjunto basilical y una necrópolis", que además está musealizado y adecuado a las visitas, explicó la directora del Museu de Manacor, Magdalena Salas.
"Somos conscientes de la importancia de Son Peretó y sabemos que Manacor cuenta con una riqueza arqueológica enorme, por eso apostamos por mantener las campañas arqueológicas año tras año, cada excavación es una oportunidad de hacer valer este patrimonio y de ofrecer nuevos atractivos a todos los que nos visitan", ha explicado la alcaldesa Catalina Riera, que informó de la intención del consistorio por agrandar el recinto público de Son Peretó, impulsando la compra, a través de una línea de ayudas del Consell, de la parcela adyacente de unos 14.000 metros cuadrados "donde sabemos que hay restos arqueológicos" y de nuevas estructuras.
