La nueva calle Galió de Magaluftanto de peatones como de vehículos. Se trata de una vía ha provocado muchas quejas debido a que ha estado todo el invierno con obras e incluso hasta bien entrada la temporada.

Al final, tras la reforma emprendida por el Ayuntamiento, ha quedado una calle con una zona central ajardinada, bancos para descansar y papeleras también en la zona central. Está prohibido aparcar en todo su recorrido y se ha convertido en una calle semipeatonal, en la que los viandantes ganan en calidad de vida, ya que no hay desnivel entre la calzada y la acera.

Se han soterrado todos los cables, y demás servicios, con lo cual queda una calle muy limpia a la vista. Los árboles que estaban en los laterales han pasado a la zona central. Ha sido una remodelación profunda a través de la cual el Ayuntamiento ha tenido en cuenta la movilidad peatonal.