El caso del acoso machista, todavía en fase de investigación y estupor, denunciado por dos jóvenes españolas hospedadas en el hotel Barracuda de Magaluf, ha entrado rápidamente en una espiral que en nada ayuda a su clarificación y, si se da el caso, a la exigencia de responsabilidades. Se ha abocado todo a las redes sociales sin calcular si los términos y formas utilizadas eran las adecuadas. Observado el video, queda claro que no. Las propias perjudicadas, por iniciativa propia o con ayuda, parecen haberse dado cuenta de ello desde el momento en que piden disculpas por las palabras usadas. Ocurre después de que hayan llegado a un principio de entente con el hotel y la agencia de viajes, por lo menos en términos de investigación. Con ello las denunciantes dan el tema por zanjado.
Sin embargo, dada la gravedad de los hechos atribuidos a turistas franceses y al guardia de seguridad, convendrá llegar al fondo de la cuestión porque ni el acoso ni el machismo pueden interferir en las vacaciones de unas jóvenes ni en ningún aspecto de la vida cotidiana. Tampoco en el buen nombre de una cadena hotelera, ALUA Hotels&Resort, que parece tener perspectiva adecuada desde el momento en que admite que "no puede afirmar ni negar nada", se presta a una investigación interna y reniega de plano del machismo.
Si los hechos transcurrieron tal como las perjudicadas -incluso por la expresión usada- los describen en Twitter, el guardia de seguridad también tiene mucho que enmendar y otra vez convendrá estar al tanto sobre determinados sectores de clientes que se cuelan en la masificación hotelera de los hoteles de Mallorca. La diversión y el descanso también tienen el límite de la tolerancia y el respeto a los demás.
Pero hay que actuar. No hacerlo implica el incremento de posibilidades de que se repitan intromisiones como las denunciadas en el Hotel Barracuda. El Ayuntamiento y el sector turístico de Calvià ya tienen otro sector en el que actuar para mejorar la imagen y la calidad. Deben hacerlo sin olvidar incluso las formas de denuncia y difusión de desmanes.
