Todo hace presagiar que habrá una buena cosecha de cereales y leguminosas en el Pla de Mallorca. Hacía mucho tiempo que no se veían sementeras de habón como las que hay este año. En esta comarca de la isla cada vez se siembran menos habas y pocos garbanzos y guisantes. Hay cebada que ha espigado en terrenos en los que hacía tiempo que no se veía.
No obstante, conviene estar pendientes del tiempo inestable, peligroso para la cosecha. "La perspectiva es muy buena, puede ser una añada histórica si el tiempo no lo perjudica todo. Estos días inciertos y lluviosos pueden dar al traste con todas estas posibilidades. Si llueve mucho es muy posible que aparezcan los hongos. Las patologías de origen fúngico nacen con la humedad y las altas temperaturas", explica Sebastià Ordinas, nuevo secretario de Unió de Pagesos.
Otro problema es la gran cantidad de malas hierbas que han crecido junto a todos los cultivos. Hay numerosos huertos que todavía no han podido trasplantar los planteles debido a lo sucio que está el terreno. "A muchos horticultores este problema les ha supuesto un sobrecoste en su producción, ya que han tenido que limpiar sus huertos para garantizar una buena mercancía", asegura Ordinas.
Las viñas han tenido muy buena producción y todo indica que los caldos serán de calidad. La hierba también ha crecido entre los almendros y toda clase de árboles frutales que se han visto muy favorecidos por las lluvias que han caído estos últimos meses. Los olivos también siguen su buen curso, si bien algunos se han visto un poco afectados por una especie de algodoncillo que envuelve a sus flores. Todo parece indicar que la producción de aceita será alta, pero lo tendrá difícil para superar o solo igualar la de la pasada campaña.
"Podemos resumir augurando una muy buena cosecha en general, a pesar de las malas hierbas como la 'corriola' y la avena loca. Los peligros, poco probables, que acechan antes de empezar la recolección son las fuertes lluvias, el granizo, los hongos y las tormentas de viento que pueden provocar que el cereal se tumbe, principalmente la cebada y la avena que tienen especies de tallo muy largo. Hemos de ser optimistas", acaba diciendo Sebastià Ordinas.
Por suerte, algunos chubascos de estos últimos días han sido de poca duración y ceñidos a zonas de poca extensión y de casi nula producción de cereales. En cuanto al barro caído en el día de ayer, no tiene por qué repercutir negativamente en la buena maduración del grano ni en los árboles.
Temor por las lluvias
"No conviene que llueva más por el momento", sentencia Bartomeu Martorell, presidente de la cooperativa pagesa de Inca. El agricultor sostiene que si deja de llover la cosecha será muy buena pero si por el contrario persiste la humedad "empezarán a salir hierbas de verano que lo que harán será contaminar el grano con su propia simiente y se perderá mucha calidad", asegura.
Si continua lloviendo en abundancia durante estas semanas que vienen "lo que va a ocurrir es que los sembrados se tumbarán; eso crea problemas de hongos y dificultades para cosecharlo", agrega Joan Simonet, gerente de Asaja.
Ambos interlocutores coinciden en que el grano de cereal tiene "pasta" este año. Se refieren a que ha engordado bien y tendrá un buen rendimiento, siempre que las condiciones meteorológicas no empeoren.
En este sentido, Joan Simonet indica que "lo ideal es que estuviera un mes y medio a llover de nuevo puesto que tampoco sería bueno para la hortaliza o la viña. La humedad hace aparecer enfermedades como el mildiu".
El representante de la entidad Asaja añade que "las plantas mediterráneas están aclimatadas a un verano caluroso y sin lluvia". Según explica, "los árboles frutales, por ejemplo, ahora mismo están magníficos con lo que ha llovido y tienen un aspecto muy bueno".
El deseo de los agricultores mallorquines es claro: "Convendría que no lloviera ahora hasta finales de julio e incluso podríamos hablar de una cosecha de fruta espectacular".
