El programa de telerrealidad Love Island del canal ITV2, se consolida en la Part Forana de Mallorca. Si en 2015 y 2016 se desarrolló en un chalé en las inmediaciones del pueblo de ses Salines, en 2017 y este 2018 fija sus objetivos en otra finca del municipio de Sant Llorenç des Cardassar. La cuarta temporada ha arrancado esta misma semana, con un grupo de jóvenes solteros que intentan buscar el amor conviviendo bajo el mismo techo. Se da el caso que la entrega de este 2018 será la de mayor duración, con un total de ocho semanas, una más que en 2017 y dos más que en 2015 y 2016.

Cabe destacar el seguimiento y la consecuente promoción mediática de Mallorca. El periódico The Sun The Sunya ha informado del arranque de la nueva edición de Love Island y apunta que en 2017 cada episodio del show, focalizado en un chalé de la zona sa Real, tuvo entre 1,5 y 2 millones de espectadores. El del 4 de julio, en el que tres parejas tuvieron relaciones sexuales, alcanzó los 2,4 millones de televidentes. El ganador en 2017 fue Kem Cetinay. Hay alusiones a diario tanto en la tele como en redes sociales, y se facilitan a los fans repeticiones de cada episodio.

Reacciones de los ciudadanos

Tanto en ses Salines como en Sant Llorenç hay discrepancias al respecto de este reality, habiendo defensores y críticos. Unos resaltan los beneficios por lo referente a reservas hoteleras, compras en negocios de la zona y extraordinaria promoción turística. A su vez, hay algunas empresas, propietarios de fincas próximas y colectivos, como los cazadores saliners, con los que se llega a acuerdos o incluso compensa. En ses Salines el ses Salinesshow

En contraste, hay quienes creen inoportunos y perjudiciales este tipo de espectáculos.