"La consecución del Hospital de Manacor fue el resultado de la lucha de toda una comarca por tener una sanidad más próxima, humana y humanizada. Ha sido muy trabajado, y por eso sigue siendo tan querido tanto por los pacientes como por los profesionales que trabajan en él", explica Vadell, al agradecer el premio concedido por Diario de Mallorca a su persona, que ella misma hace extensivo como reconocimiento "a todos ellos y a la celebración de los primeros veinte años del centro", que ya ha iniciado las primeras obras enmarcadas dentro del Plan Director de reforma y ampliación del hospital, que sufrirá así un crecimiento de su tamaño de más del 70%. La primera fase, cuya duración debe ser de quince meses, prevé la reforma de la zona de Urgencias y la nueva construcción del área de resonancia magnética.

Hay que remontarse hasta 1987 para comprender cómo se gestó realmente todo. Ese fue el año cuando varias comarcas se sublevaron para conseguir lo que en principio parecía imposible: que el segundo centro sanitario público de Mallorca, que estaba a punto de ser designado por el Ministerio de Sanidad (las competencias no estaban aún trasferidas), no se construyera de nuevo en Palma, sino que se situara en la parte este de la isla, para que así, por ejemplo, un enfermo grave de Capdepera, Artà o Felanitx, no tuviera que perder tiempo y salud en una ambulancia a más de 50 kilómetros de un hospital. La gran manifestación se llevó a cabo el sábado 31 de octubre. Otro escollo a superar fue la búsqueda de autocares con los que poder confluir todos en la delegación del Gobierno en Palma. Los organizadores, entre los que se encontraban los directores de las revistas locales de Manacor, no encontraron tantos para todos los que querían ir. Al final consiguieron que 60 salieran desde Manacor, más otros 28 que se fueron uniendo de los demás municipios durante el trayecto. Eso unido a los vehículos particulares que también quisieron secundar la protesta pacífica, la carretera de Manacor a Palma quedó prácticamente colapsada con once kilómetros de retenciones. 10.000 personas y un éxito que se intuía asegurado. Pese al logro y la satisfacción del anuncio final del Ministerio, el centro hospitalario no se construiría hasta una década después. En cualquier caso, la espera mereció la pena.