Al verano mallorquín le afloran todos los males. Por tres motivos fundamentales, la hiperactividad, la puerta abierta sin miramientos y la rienda suelta de la Administración. Así, todo cuela.
Un aforismo de la payesía insular ya garantiza que a l'estiu tota cuca viu. Mutado el refrán a los tiempos modernos de la agricultura de escaparate, significa que también sobreviven todos los bichos del verano, los buenos y los malos, aunque siempre pican más los nocivos.
Aparte de una vergüenza y una degradación humana, la prostitución callejera asociada al robo, la borrachera y la extorsión es una de las plagas modernas que afecta a las zonas de turismo de masas y juerga constante. En S'Arenal y Magaluf saben mucho de ello.
La nueva imagen que quiere impregnar el ayuntamiento de Calvià a su costa topa, entre otros muchos inconvenientes, con la prostitución callejera. Para poder sacar a flote la calidad turística deben depurarse todavía muchas resacas de excesos y permisividades. También demostrar interés y un mínimo de actividad.
A semejanza de las brigadas vecinales nocturnas vistas en ciertos lugares de la península para prevenir robos, en Magaluf, comerciantes, titulares de servicios autónomos y vecinos salen de ronda para espantar prostitutas. También se plantan en protesta ante el Ayuntamiento y el alcalde les dice que ya les recibirá cuando pueda.
Es la reacción ante una problemática molesta y antiestética que solo es el ángulo visible de otras carencias mayúsculas. Se espanta a prostitutas inmigrantes de calle y necesidad de subsistencia para que ellas, con su acción, no acaben ahuyentando a turistas de consumo fácil y sin escrúpulos en el equipaje de llegada. No nos engañemos, es consecuencia de un modelo turístico permisivo con la degradación.
Todo se cuela en Mallorca durante un verano insuficiente que ya se expande a la primavera y otoño. Tal como se está reaccionado ante la proliferación de prostitución callejera y teniendo en cuenta la dimensión de la problemática surgida, todo hace pensar que no se abordará la cuestión de fondo ni se implicarán en ello todas las partes afectadas. A lo sumo, se trasladará la molestia de un lugar a otro. Hoy aquí, mañana allí y después ya veremos.
