Entre 4.000 y 5.000 jóvenes, según la Policía Local de Alcúdia, se han concentrado esta madrugada en las principales zonas de ocio del puerto 'alcudienc' para participar, un año más, en la tradicional fiesta de fin de curso que organizan los alumnos de ESO de una veintena de institutos ubicados en las comarcas del Nord, Raiguer, Llevant y Pla de Mallorca.

Sobre las nueve de la noche, los estudiantes han empezado a llegar al núcleo costero para cenar en los distintos locales de restauración del puerto 'alcudienc', que hicieron su particular agosto, con llenos totales en algunos restaurantes. Se trata de coger fuerzas para afrontar una larga noche de marcha que, al cierre de esta edición, empieza a animarse. A raíz de la experiencia de otros años, la fiesta estudiantil se prolonga hasta altas horas de la madrugada.

Sobre las 22,30 horas, los agentes policiales encargados de vigilar la fiesta se concentraron en el cuartel de la Policía Local de Alcúdia para ultimar los últimos detalles del amplio dispositivo de seguridad organizado desde hace varios días con el objetivo de evitar incidentes y de que los jóvenes no se excedan en el consumo de alcohol. Después de la última charla, los 30 policías tutores que se han movilizado para la ocasión se dispersaron, vestidos de paisano, por la zona de ocio del puerto. También estaba prevista la participación de agentes de la Guardia Civil especializados en menores.

El consumo de alcohol es una de las principales preocupaciones que genera la concentración juvenil. De hecho, es un día en el que muchos de ellos entran en contacto por primera vez con el alcohol, algo que tanto los agentes policiales como los servicios de emergencias tienen muy en cuenta. La zona de la playa es uno de los puntos donde más se suele practicar el botellón.

Como principal novedad del dispositivo de seguridad de este año, el octavo que se implementa desde que se organiza la fiesta estudiantil, es que los agentes podrán retirar bebidas alcohólicas a los menores de 18 años si así lo consideraban oportuno y también identificar a los adolescentes para informar a sus padres o tutores legales sobre su comportamiento para que adopten las medidas que consideren necesarias.

A lo largo de esta pasada semana se han organizado numerosas charlas entre los policías tutores y los alumnos para prevenir sobre el consumo de alcohol. Los centros educativos también se han dirigido a las familias para invitarlas a las charlas informativas e instarles a dar a los menores las recomendaciones oportunas.