El ayuntamiento de Inca también se ha subido al carro de las subvenciones municipales para el fomento de la lengua catalana en los comercios y hoy ha presentado las bases de las ayudas, que contemplan una partida inicial de 3.000 euros para repartir entre los comercios interesados que cumplan los requisitos.

El teniente de alcalde de Cultura, Antoni Rodríguez (Més per Inca) asegura que la iniciativa es una "respuesta política" a los recursos que la abogacía del Estado presentó contra las ayudas de Pollença y que finalmente no han sido admitidos a trámite por el juzgado. "Esperamos una nueva sensibilidad por parte del nuevo gobierno (del socialista Pedro Sánchez)", añadió el regidor.

Es la primera vez que el ayuntamiento de Inca entregará estas ayudas que subvencionan la rotulación en catalán, así como la edición de cartas de restaurantes y la traducción de webs y documentos administrativos, entre otros supuestos. Rodríguez explicó que las ayudas para el fomento del catalán en los comercios "ya eran una propuesta de la legislatura que la polémica de Pollença ha ayudado a activar" y añadió que en los ayuntamientos en los que Més tiene responsabilidad de gobierno se efectuará la misma propuesta.

"Todos los esfuerzos en normalización lingüística son pocos, el catalán merece que el Ayuntamiento ponga ganas y dinero", explicó Rodríguez, que definió de "mala" la situación de la lengua catalana en los comercios locales.

En esta primera experiencia, el Ayuntamiento comprobará si los 3.000 euros que ha previsto son suficientes. "Si esto va bien, el próximo año 2019 incrementaremos la partida para cubrir la demanda", señaló el regidor de Cultura.

Las bases deben pasar por la comisión de Hacienda y "si es posible se aprobarán en el próximo pleno". Si no se presentan alegaciones, en agosto la convocatoria de ayudas "ya estará en marcha". Los comercios tendrán hasta el 31 de octubre de plazo para presentar sus solicitudes. "Ya hemos tenido llamadas de gente interesada", asegura el regidor de Més.