Los vecinos y comerciantes de la calle Joan Lliteres de Manacor (conocida popularmente como el carrer de Ciutat) ya están hartos de soportar una escena demasiado cotidiana: la del paso continuado (sobre todo por las mañanas) de caminones y furgonetas de gran peso y amplitud, que en muchas ocasiones ponen en peligro tanto a las fachadas como a los peatones que transitan por sus aceras, dificultando además al resto del tráfico rodado, que tiene que esperar a veces durante más de diez minutos las cargas y descargas improvisadas de los transportistas y proveedores.
Peatonalización
Hace unos años el ayuntamiento de Manacor puso sobre la mesa la posibilidad de peatonalizar la calle, que acaba en la plaza de sa Bassa, y que los camiones descargaran en la plaza de Sant Jaume.