El pueblo de Pollença comprobó ayer que su tradicional procesión del Corpus conserva igualmente su esencia sin el corderito vivo que hasta la fecha portaba la figura de Sant Joan Pelós en su zurrón y que ayer se vería sustituido por la imagen de un cordero. Ayer, por primera vez en muchos años, el animal no formó parte del elenco protagonista de la festividad por decisión de la parroquia y la obrería, después de que la conselleria de Agricultura desestimase a última hora las alegaciones de la iglesia 'pollencina' en el sentido de que la fiesta del Corpus es un acto de culto amparado por la libertad religiosa y no un espectáculo sujeto a la ley de protección animal.

Los responsables de la parroquia dejaron claro el viernes que no comparten la orden del Govern, pero que la acatan porque "es deber de un buen cristiano ser buen ciudadano" y también porque, en caso contrario, la multa podría alcanzar los 15.000 euros.

Ayer, muchas miradas del público asistente a la misa previa y después a la procesión estaban concentradas en la figura de Sant Joan Baptista y su zurrón vacío. Ni los más viejos del lugar habían presenciado una procesión del Corpus sin el tradicional corderito. "Ya nos acostumbraremos", decía una residente. "Da un poco de pena, pero así seguro que el animalito no sufre", respondía su compañera en el momento en que las 'Àguiles' y Sant Joan Pelós pasaban por la calle del Temple, recién terminada la misa.

El baile de las 'Àguiles'

La ausencia del cordero no restó lucidez a la singular procesión 'pollencina', presidida por la figura de Sant Joan, siempre descalzo y cubierto por una máscara de madera, y seguida por las dos figuras femeninas que encarnan a las 'Àguiles', cargadas con numerosas joyas cedidas por familias 'pollencines' especialmente para la ocasión. Se calcula que cada una de las águilas lleva un peso de unos cinco kilos en joyas cosidas en sus capas. Las dos chicas empiezan a vestirse sobre las tres de la tarde con la ayuda de varias colaboradoras, ya que tardan unas tres horas en completar toda la vestimenta. Este año, los tres protagonistas principales del Corpus local fueron interpretados por los jóvenes Sergio Gómez en el papel de Sant Joan y de Elia Vallori y Maria Antònia Simó en el de las 'Àguiles.'

El protocolo de la procesión fue el mismo de siempre. Después de la celebración del oficio en la parroquia de la Mare de Déu dels Àngels, donde las figuras interpretaron el tradicional baile de las Taules, salieron en procesión por las calles más céntricas de Pollença al ritmo de una curiosa danza de reminiscencias medievales. Las d0s 'Àguiles' avanzan al mismo compás y de forma coordinada, mientras Sant Joan Pelós tiene su propia forma de expresarse.

Una vez finalizada la procesión, los protagonistas regresan a la iglesia y después realizan visitas a diferentes puntos de la localidad como la residencia de mayores o el Ayuntamiento.

Tal y como explicó el rector de Pollença, Francesc Vicens, el pasado viernes, las danzas que intepretan los protagonistas del Corpus local son de origen medieval y muy posiblemente provengan del Corpus de Barcelona. A diferencia de otros lugares, las águilas en Pollença siempre han sido interpretadas por mujeres, y las joyas siempre han sido reales.