Después de 25 anys sin hacerlo, el pasado martes, el Obispo de Mallorca, Sebastià Taltavull, presidió un emotivo acto religioso en la iglesia de la Mare de Déu dels Àngels de Cala Millor, donde cinco jóvenes feligreses fueron bautizados, 31 recibieron la primera comunión y 22 fueron confirmados. Mayoritariamente jóvenes y no tan jóvenes de Cala Millor, aunque también de Manacor, sa Coma o s'Illot.

Al final de la sentida ceremonia, los niños de la primera comunión le tenían preparada una sorpresa al Obispo y así cada uno de ellos se subió a un taburete para intercambiar los papeles y ser ellos, uno tras otro, los que dieran la bendición al Obispo. Al terminar, Taltavull, visiblemente emocionado, agradeció el hecho a los jóvenes.

Por la mañana, el prelado había presidido una reunión con el arcipreste y párrocos del Llevant y después del acto religioso quiso terminar la visita a Cala Millor, visitando la exposición de Rosa María Sabando en el Auditòrium sa Màniga. Exposición de pinturas a beneficio de las obras sociales de la Parroquia de sa Coma. La próxima visita al centro religioso de Cala Millor podría repetirse en 2019, para la consagración del templo. Cabe destacar la gran animación y el seguimiento popular gracias al rector Pere Vallespir.