La coalición Suma pel Canvi, principal partido de la oposición en el ayuntamiento de Santa Margalida, denunció ayer que diversos operarios contratados por el Consistorio han aplicado herbicidas químicos en el colegio público Voramar de Can Picafort, "tanto en el exterior, en horario lectivo, como en el interior del recinto".

La coalición asegura que la política del actual equipo de gobierno (El Pi-PP) para evitar la vegetación espontánea en las zonas públicas es el uso de "herbicidas y agroquímicos", una práctica que, según recuerda Suma pel Canvi, fue prohibida en la pasada legislatura cuando esta coalición estaba al frente del Ayuntamiento. Entonces, se decidió que la mejor solución era recurrir al desbroce.

Por este motivo, el partido liderado por el exalcalde Antoni Reus "siempre ha considerado un error ir a contracorriente y contaminar nuestro entorno cuando existen otras alternativas". La coalición denuncia que el pacto de gobierno "expone a los niños del pueblo al contacto directo con sustancias tan nocivas, que nos parece intolerable".

Producto cancerígeno

Suma pel Canvi recuerda que los herbicidas químicos "se extienden por el aire, el agua y el suelo urbano, perjudicando a largo plazo la salud de las personas y los ecosistemas y la calidad de los alimentos".

Explica que el producto químico más utilizado en el mundo, el glifosato, está considerado como "cancerígeno probable" por la Organización Mundial de la Salud y que ha sido prohibido en más de 150 municipios españoles. Suma añade que Balears es una de las comunidades españolas que, desde el año 2013, desbroza la vegetación de las carreteras y solo recurre al uso de herbicidas de "forma excepcional".