Conocer los años oscuros de la historia de Mallorca, saber cómo vivían los primeros cristianos de la isla y ofrecer más luz y datos fehacientes sobre la vida de la población local del siglo V d.C.
Premisas que el ayuntamiento de Manacor ha tenido en cuenta para empezar a negociar la compra de algo menos de 15.000 metros cuadrados de terreno rústico, donde estaría la continuación del yacimiento paleocristiano de Son Peretó, situado cerca de la carretera que lleva a Sant Llorenç.
Durante los últimos meses el consistorio manacorí está intentando llegar a un acuerdo económico con la propiedad de los terrenos, emplazados en el margen izquierdo del camino que lleva al yacimiento, para poder cerrar la adquisición lo más rápidamente posible, para que de esta forma una parte del montante de la operación pueda ser sufragado mediante una convocatoria de ayudas del Consell de Mallorca.
Cabe decir que otros propietarios de terrenos adyacentes por donde podría continuar el asentamiento de Son Peretó, no quisieron dejar que fueran estudiados para determinar posibles restos.
La elección de este solar viene determinada por unos estudios previos llevados a cabo entre las universidades de Barcelona y la de Brown (Nueva Inglaterra, Estados Unidos), que a través de prospecciones mediante georadar han logrado ver elementos constructivos bajo tierra (así como restos cerámicos), que corresponderían a un posible asentamiento relacionado directamente con la comunidad paleocristiana y su emblemática basílica donde se bautizaron los primeros fieles mallorquines.
Fue precisamente un religioso católico, mossèn Joan Aguiló Pinyamossèn (Palma, 1860-Manacor, 1924) quien en 1912 empezó a excavar el espacio basilical para terminar encontrando tantos y tan sorprendentes restos, que casi por si solos bastaron para crear el primer Museo Arqueológico de ManacorMuseo Arqueológico de Manacor en 1926.
A los hallazgos de dos pilas bautismales y el espléndido mosaico de Baleria (conservado en el actual Museu d'Història local) se le han ido sumando localizaciones de habitaciones y enterramientos que ofrecen una visión todavía inicial de lo que pudo ser Son Peretó en la segunda mitad del siglo V.
Ahora, y tras trece campañas arqueológicas continuadas, se abre un nuevo panorama, el engrandecimiento de uno de los más extraordinarios (y a su vez aún por descubrir) asentamientos históricos cuya población total aún se desconoce.
Por lo que respecta a la basílica paleocristiana, supuesto centro por el momento del yacimiento, es de planta rectangular con unas medidas de 21 por 14 metros. Cuenta con un batisterio y una necrópolis, lo que concuerda con modelos similares de la zona sirio-palestina y norteafricana de la misma época.
