Las vacaciones del desmadre para jóvenes británicos en Magaluf es todo un tema de estudio desde hace décadas en Reino Unido. El ´Financial Times´ sigue analizando este fenómeno que califican como "una vergüenza nacional" y pide la opinión del periodista de Diario de Mallorca Iñaki Moure sobre la situación actual de esta conflictiva zona de veraneo.

El periodista Michael Skapinker se congratula de la desaparición del ´Club 18-30´s´, que califica como una "buena noticia para el resto de nosotros". Skapinker en su artículo desmenuza el salvaje comportamiento de los turistas de Magaluf, pese a que Thomas Cook dijo que Club 18-30 comenzó en 1970 "lo que significa que muchos de sus primeros clientes ya tienen 70 años". Según esta compañía, los nietos de aquellos turistas quieren "unas vacaciones diferentes" y apuntan a "un nuevo concepto de hotel llamado Cook´s Club" para satisfacerlos. En las últimas encuestas estos jóvenes entre 16 y 24 años beben menos alcohol, mientras otros "no beben en absoluto", según esta empresa que remarca "la disminución del hedonismo entre los jóvenes británicos de hoy en día".

Sin embargo, "otras estadísticas cuentan una historia muy diferente", como señala el periodista inglés que recurre a Diario de Mallorca para contrastar la información. Moure explica al rotativo británico que "el comportamiento de los turistas británicos no ha mejorado mucho desde 2015". "Los jóvenes siguen bebiendo hasta desmayarse, siguen participando en peleas masivas, todavía hay episodios de desnudos en público y el infame balconing continúa siendo un grave problema".

Iñaki Moure explica que "eso no significa que nada haya cambiado ya que hay una respuesta de las autoridades y de la sociedad. Son más estrictos. No se tolera el mal comportamiento como antes. El ayuntamiento de Calvià ha prohibido beber en la calle y se imponen multas por actitudes incívicas".

Skapinker concluye que "no solo depende de un grupo de jóvenes borrachos para que un resort se vuelva malo", sino que las compañías de viajes tienen mucha culpa. Por eso celebra la iniciativa de Meliá que rechaza grandes grupos de turistas británicos o el final del Club 18-30 de Thomas Cook que se traduce en menos días de bajos precios para beber sin parar. Una buena manera de que se dediquen a "subir bonitas fotos en Instagram o hacer algo más gentil".