El medievo vuelve a Capdepera con la celebración del tradicional Mercat Medieval que cada tercer fin de semana de mayo se celebra por todo lo alto en el municipio, teniendo como epicentro el recinto amurallado del Castell y la Torre den Nunis, que en esta edición conmemoran su 35 aniversario como propiedad municipal.

Sin duda el de Capdepera es un referente en las mostres y fires de la isla al acoger a mucha gente, aunque en esta ocasión se presenta con una reducción de los puestos que normalmente organizan los propios vecinos del municipio, donde la buena gastronomía a buen precio era la base de su éxito. Pero por diversos motivos, como envejecimiento de los impulsores o cansancio por los tres días maratonianos de mercado, están provocando que estos puestos dejen de instalarse en el mercado.

Aunque otros siguen fieles y montan sus estands año tras año. Son el caso del carrito del helado solidario de la asociación Herbes de Can Planetes, los puestos de la asociación gabellina, las típicas salchichas del Sitjar, los merenderos de los clubes deportivos, la llet freda de Can Patilla o las incombustibles madones de sa llata.

En esta edición, el tiempo nublado, que deja atrás las altas temperaturas de los últimos años, facilita la visita del mercado, donde siguen reinando las actuaciones, talleres y actividades de entretenimiento en plena calle.

La mínima reducción de los puestos también facilita el paseo de turistas y vecinos, que recorren el amplio itinerario del mercado por la zona del casco antiguo y del emblemático Castell. Si el viernes es el día preferido para los gabellins, para disfrutar de su mercado, el sábado y domingo es el turno de visitantes foráneos y turistas. Aunque esta regla de cada vez se cumple menos y los tres días son un ir y venir constante de mucha gente.