Una treintena de municipios de Mallorca carecen aún de un árbol dentro del Catálogo de Árboles Singulares de Balears, que actualmente cuenta con 75 ejemplares inventariados y protegidos en todo el archipiélago, 47 de los cuales se encuentran en nuestra isla. Eso no excluye que puedan existir algunos más dentro de los diferentes catálogos patrimoniales locales, aunque ello no significa que gocen de ninguna protección efectiva, lo que ha supuesto numerosas quejas de grupos municipales y vecinos.
El 20 de marzo de 1991 el Parlament aprobó la Ley de Protección de los Árboles Singulares de Balears. Un instrumento normativo para asegurar, en teoría, la conservación de aquellos individuos arbóreos con características extraordinarias, por talla o por la edad, o bien especialmente valiosos desde el punto de vista cultural.
En marzo de 2016 la conselleria de Medio Ambiente amplió el catálogo de los 66 de 1991 hasta los 75, añadiendo cinco más en Mallorca: un fleix y un eucaliptus de 37 metros de alto y un perímetro de 550 centímetros de la finca de Bunyolí, el Pi de sa Coma de Valldemossa de 17 metros de alto y cuatro de perímetro, dos araucarias cerca del Port de Pollença plantadas por el exalcalde Pere Josep Cànaves, un ciprés americano de 20 metros en la finca de Son Nét, y los aladerns de la finca pública de Míner Gran en Escorca, que de hecho es el municipio con un mayor número de árboles singulares de la Part Forana.
En el caso balear la descatalogación sólo es posible por la muerte del ejemplar, y se establecen también medidas de protección preventiva y la posibilidad de acuerdo entre los propietarios y la administración para regular la contemplación por parte de los ciudadanos.
Entre los municipios mallorquines con una mayor extensión que no disponen de ningún ejemplar dentro del catálogo balear están LlucmajorLlucmaj, Campos, Artà o Manacor. Este último es un caso paradigmático, ya que cuenta con uno de los árboles más significativos y venerados durante el día de Sant Joan, cuando decenas de familias llevan a sus hijos de corta edad hasta la finca de Es Correu para que pasen por entre las ramas del vimer y así intentar que se curen sus hernias. Los dos ejemplares (uno fechado en el siglo XIX y otro ya del XX) sí que están dentro del catálogo del patrimonio municipal como "bien inmaterial".
Son la única pareja catalogada en todo el municipio de la comarca de Llevant que cuenta entre sus distintos núcleos urbanos con 6.787 árboles (además de 1.223 palmeras) de 342 variedades distintas y donde predominan sobre todo los pinos, las tipuanas o los almeces.
Y aunque en Manacorpueda penalizarse con hasta 750 euros colgar carteles o dañar con publicidad sus árboles, en general, la falta de una ordenanza municipal que permita la protección efectiva de los árboles catalogados hace que, con el paso del tiempo, éstos se vayan deteriorando y en algunos casos incluso hayan sido talados.
Este ha sido el caso de Porreres, donde en el pleno celebrado hace escasas semanas, Més per Porreres presentó una moción (que fue aprobada) para que el consistorio tenga que elaborar una normativa para la salvaguarda urgente del arbolado del municipio.
Mantenimiento
El mal estado de conservación del gran lledoner del cementerio de Montuïri, que sí está catalogado a nivel balear, tuvo que ser solventado a principios de febrero por la Associació Balear de l'Arbre, que se hizo eco de una noticia publicada por Diario de Mallorcanoticia publicada por Diario de Mallorca y por la propuesta del regidor Guillem Mas (PSOE).
Se llevó a cabo una poda de seguridad en la que se cortaron las ramas secas y una poda de rotura en su cima para mantener la estética de la planta. El lledoner tiene una altura de 16 metros, 5,6 metros de diámetro y data del tiempo de la Revolución Francesa.
