El ayuntamiento de Pollença ha encargado una serie de informes técnicos para estudiar la posibilidad de remunicipalizar el servicio de limpieza viaria, cuyo contrato se formalizó en el año 2010 y se presta actualmente en precario debido a que el TSJB lo anuló hace tres años al considerarlo contrario a derecho tras los recusos de dos empresas que perdieron el concurso de adjudicación.

El teniente de alcalde Tomeu Cifre Bennàssar (Junts Avançam) confirmó ayer que se han encargado los informes para que "corroboren" desde el punto de vista técnico la "postura definida" del equipo de gobierno a favor de recuperar para el Ayuntamiento el servicio de limpieza viaria, que según el regidor ha quedado insuficiente para atender la actual necesidad de la población.

El contrato que se formalizó en 2010 tiene una duración de diez años más otros dos prorrogables, por lo que si el Ayuntamiento decide municipalizar el servicio antes de la finalización del contrato la UTE adjudicataria podría exigir indemnizaciones. Por este motivo, el equipo de gobierno no tiene prisa para rescindir el contrato. "Cuanto más cerca estemos de la fecha de finalización del contrato, menos posibilidades habrá de pagar indemnizaciones", apunta el regidor Cifre.

La municipalización del servicio de limpieza es una de las exigencias del grupo político de Alternativa per Pollença para negociar la aprobación de los presupuestos de 2018, todavía pendientes de presentación. Cabe recordar que el equipo de gobierno, formado por Junts Avançam y UMP, necesita el voto de los dos ediles de Alternativa para aprobar las cuentas y que en 2017 el alcalde Miquel Àngel March tuvo que someterse a una cuestión de confianza, que perdió, para que los presupuestos del pasado año pudieran aprobarse.

La otra demanda de Alternativa es la rehabilitación de la antigua fábrica de tapices de Can Morató, exigencia que el gobierno local ve mas difícil de cumplir debido a que es propiedad privada. "Podríamos exigir a los propietarios el mantenimiento del edificio, pero no que lo rehabiliten", señala el regidor de Junts Avançam.

En cualquier caso, el equipo de gobierno ha visitado la fábrica recientemente para comprobar su estado de conservación. La fábrica de Can Morató está a la venta por más de dos millones de euros, cantidad que convierte en "muy difícil" la posibilidad de una adquisición municipal.