"Haré lo que sea para traer a mi hijo a Mallorca". La frase del senegalés Ibrahima Pouye abría una información publicada por este diario hace casi dos meses, referente a la lucha de una familia africana residente en la isla desde hace 24 años para lograr el regreso a Mallorca del niño Mohamed, de trece años de edad, que desde las pasadas fiestas navideñas permanece en Dakar por un problema burocrático todavía no resuelto.

El consulado español en Senegal le niega el vistado para regresar a su país de adopción porque tenía el documento de identidad caducado desde el año 2015. Desde diciembre, la familia de Mohamed Pouye vive un auténtico calvario para conseguir el regreso del niño.

Ahora, los profesores del instituto de Santa Margalida, donde está matriculado Mohamed, también han dado un paso al frente para exigir el regreso del chaval, solicitando a la conselleria de Educación del conselleria de EducaciónGovern una mediación para solucionar esta "grave situación".

La asamblea de docentes del IES de la Vila emitió ayer un comunicado explicando la situación de Mohamed Pouye en el que reclama soluciones administrativas para que el niño pueda regresar de una vez a su pueblo para reencontrarse con su familia y sus amigos. "El pasado mes de enero nos enteramos que un alumno de nuestro centro, de 13 años, que se encontraba de viaje con la familia a su tierra natal, Senegal, durante las vacaciones de Navidad, no puede regresar a Mallorca por problemas administrativos con su documentación", apunta el comunicado de los profesores.

El instituto teme que el caso vaya para largo. "En un primer momento pensamos que alrededor del mes de abril el problema se solucionaría, pero ahora vuelve a aplazarse una posible solución al mes de junio, y tememos que esta fecha no sea definitiva", lamentan.

Los docentes no son ajenos al drama familiar que supone esta situación. "Actualmente la familia está separada de su hijo y se enfrenta a un largo proceso burocrático de reagrupación familiar si desde el consulado español en Dakar no arreglan este problema administrativo", señalan.

También destacan que esta situación burocrática priva al niño de su derecho a la educación. Los profesores aseguran estar muy afectados por el hecho de que su alumno esté separado de su familia desde hace cuatro meses, y nadie sabe cuantos meses más pueden pasar hasta que regrese a la isla. Por todo ello, la asamblea de docentes se ha visto en la obligación de apoyar públicamente a la familia de Mohamed y a "pedir que se resuelva esta situación lo más rápido posible, ya que afecta gravemente a los derechos humanos del niño". Y es que durante todo este periodo de tiempo "el niño no tiene garantizado el derecho de estar con su familia ni el de recibir enseñanza".

En la citada información, el padre de Mohamed aseguraba que su hijo se ha criado en castellano y catalán. No habla francés y en el país de sus padres solo conoce a su abuela.