Tras dos días de mal tiempo, con lluvia y viento, la feria de la Sípia del Port d'AlcúdiaAl fin, registró la afluencia de público a la que tiene acostumbrados a la organización y a los participantes.

A partir de las doce horas del mediodía se notó cómo el aparcamiento empezaba a escasear en todo el núcleo costero, tanta era la asistencia de visitantes a la cita ferial. Acumulación de personas, a veces agobiante, como se hizo patente a partir de la hora mencionada en la gran carpa instalada en la plaza de sa Quarentena, lugar donde se acogió a los representantes del sector de la restauración que ofrecían platos elaborados con la sepia como elemento principal.

En el transcurso de la jornada de domingo, en el expositor del Ayuntamiento de Alcúdia se llevó a cabo el reconocimiento a "toda una vida dedicada al mar".

En el acto, tanto el alcalde de Alcúdia, Antoni Mir, como la presidenta del Govern, Francina Armengol, valoraron la tarea llevada a término por parte de las personas e instituciones que recibieron la distinción. Uno de ellos fue Domingo Bonnín Forteza, conocido como es peixater. La patrona del pesquero es Batlets, Olga Capote Guijarro, primera mujer patrona, fue la segunda galardonada y, finalmente, la cofradía de pescadores de Sant Pere de Alcúdia, cuyo galardón recogió el patró major, David Carsi.

Comida

A mediodía, la cofradía de pescadores ofreció una multitudinaria comida en una carpa instalada en el Moll Vell. Por el precio de seis euros por comensal se pudo degustar una fideuà elaborada con sepia fresca pescada en la misma bahía. En la Plaza des Varador en el Paseo Marítimo, se llevó a cabo un encuentro infantil y juvenil de escuelas de baile de bot, con la participación de las escuelas de baile del Puig de Bonany, de Petra; Escuela de bailes de Santa Margalida; y escuela de Sarau Alcudienc. A continuación, hubo baile popular con Sarau Alcudienc. Así se cerró esta decimotercera edición de la feria de la náutica y de la sepia de Alcúdia.