Aunque sus orígenes se remonten al siglo XVI, que es cuando se tiene constancia de las primeras piezas, un largo y misterioso silencio documental se cierne sobre ella hasta 1860, momento en el cual ´explota´ de nuevo a partir de un concurso artístico en honor a la Infanta Isabel, que lleva incluso a su autor, Macià Capó, a tener su creación expuesta en el Victoria and Albert Museum de Londres.

Tan irónica creación (está tan troquelada que no permite ser rellenada) es la Gerreta Felanitxera, también conocida como brodada en otros municipios donde también cobró otras vidas como en Consell, Marratxí o Manacor. Se trata pues de una pieza ornamental realizada en el caso de Felanitx, con una arcilla porosa especial (normalmente del Puig de Sant Nicolau) que hace que, una vez cocido, cobre un color blanquecino y apenas pese.

Esa liviandad y su profusa combinación a base de flores, nidos, concha, escudos o símbolos religiosos han hecho de ella una particular ´reliquia´ presente en todos y cada uno de los hogares felanitxers. Al menos hasta 1978 que fue cuando murió el último maestro alfarero que las fabricaba y dejaron de reproducirse.

"Es una pieza que los vecinos de Felanitx aprecian mucho, aunque no tenga ninguna funcionalidad", ironiza el alcalde Joan Xamena, para quien esta puede ser una gran oportunidad para que la gente conozca una de las industrias más productivas durante el siglo XX en la ciudad.

Y es que la Gerreta Felanitxera será la protagonista, a partir del viernes en la Casa de Cultura, de una exposición que a parte de contar la evolución y el modo de construirla, también tendrá una espacio para las reinterpretaciones que han hecho distintos artistas consagrados, como Francesca Bennàssar, Maria Ramis o el propio Miquel Barceló.

"Era una asignatura pendiente que debíamos llevar a cabo", recuerda el concejal de Cultura, Xisco Duarte; "En principio iba a ser una exposición sencilla pensada para ser local, pero al final han sido casi dos años de investigación", con un equipo de trabajo especialmente formado para ello por la historiadora del Arte, Amàlia Salas y la diseñadora Maggie Adrover, quienes han compuesto una especial ruta histórica y gráfica que, entre otras cosas, localiza la veintena de talleres que llegaron a fabricar la Gerreta, desde el boom de 1860 hasta aproximadamente un siglo después, cuando el otro boom, el turístico, desvirtuó los trabajos posteriores.

500 piezas

Hace precisamente dos años, el ayuntamiento de Felanitx, junto con diversas publicaciones, lanzó una llamada de ayuda entre los vecinos para intentar conseguir el mayor número de ellas de cara a una exposición. "Tal fue el éxito que tuvimos que parar de aceptarlas. Llegamos a tener unas 500, de las que hemos seleccionada 40", aclara Salas, quien destaca también el hecho que de muchas mujeres trabajaran en las alfarerías, "aunque el mérito haya quedado en muchos casos para el dueño del taller".