Un susto mayúsculo es lo que se llevaron los responsables de la asociación de la tercera edad de Alaró cuando el martes por la mañana fueron a abrir el local. Unos ladrones habían forzado la puerta la noche anterior con el objetivo de abrir la caja fuerte, sin conseguirlo. A pesar de que no pudieron llevarse nada de valor, los cacos provocaron importantes destrozos en el mobiliario del local y tiraron por el suelo todos los papeles y documentos que encontraron en los cajones, seguramente mientras intentaban buscar, sin éxito, la llave de la caja fuerte.

Los miembros de la asociación de mayores no tienen que lamentar grandes pérdidas económicas, pero según explica su presidente, Paco Rosselló, en el día de ayer todavía seguían ordenando la oficina para arreglar el desaguisado dejado por los ladrones.

La asociación presentó la correspondiente denuncia ante la Policía Local y la Guardia Civil, cuyos agentes acudieron al local para abrir el atestado e iniciar una investigación para tratar de encontrar a los responsables. "Si hay novedades nos avisarán", apunta Rosselló.

Al parecer, según explica el presidente del colectivo de la tercera edad, los individuos habrían forzado tres puertas para entrar en el local, procedentes del patio interior del edificio. Una vez dentro, buscaron con desesperación la llave de la caja fuerte y, al no encontrarla, se dedicaron a remover todos los cajones e incluso llegaron a intentar cortar la puerta de la caja con la ayuda de una máquina de disco, sin conseguirlo. También utilizaron cuchillos con el objetivo de picar la pared en los costados de la caja para tratar de extraerla. Tampoco se salieron con la suya.

Finalmente, los cacos se fueron con las manos vacías porque no encontraron lo que buscaban: dinero en efectivo. Tampoco tocaron los ordenadores.

El presidente de la asociación de la tercera edad explica que "de todas maneras, si hubiesen abierto la caja fuerte no hubieran encontrado nada porque nunca dejamos dinero; como mucho habría papeles o algún contrato del seguro, nada más".

Paco Rosselló añade que posiblemente los responsables del destrozo pensaban que había dinero en el interior del local porque "de forma frecuente colgamos carteles para anunciar excursiones que organiza la asociación, en los que se informa sobre el coste; tal vez creen que guardamos este dinero en el local, pero todo se hace por vía bancaria".