La Policía Local de Inca inició ayer una campaña de imposición de sanciones económicas a los conductores que incumplan el código de circulación en el entorno de los centros escolares de la ciudad, última fase de un programa informativo iniciado a mediados de febrero con el objetivo de concienciar a los conductores de la necesidad de respetar las normas cerca de los colegios para redundar en una mayor seguridad para los alumnos.

Desde ayer y hasta finales del presente mes de abril, tres agentes policiales se encargarán de visitar diariamente diferentes zonas escolares de Inca de forma aleatoria con el objetivo de sancionar las infracciones de tráfico que afectan a la circulación y recortan la seguridad de los menores.

El policía tutor de Inca, Manel Crespí, explica que las principales infracciones que se producen en el entorno escolar y que ahora pretenden sancionarse son los estacionamientos sobre los pasos de peatones y aceras y la circulación en dirección prohibida, además de la ocupación temporal de las plazas reservadas a los conductores con problemas de movilidad. En principio, las sanciones económicas que se imponen oscilan entre los 100 y los 200 euros en función de la gravedad de la infracción.

Los datos sobre el número de sanciones impuestas ayer, primer día de la campaña, no trascendieron, aunque el policía tutor apunta que en los días previos se impusieron once denuncias a conductores en el entorno de los centros escolares. “Estos casos se denunciaron porque en el momento de informar a los conductores estos no estaban en sus vehículos”, asegura Manel Crespí.

El agente policial explica que los dos objetivos principales de la campaña persiguen que “la gente respete las normas de circulación y aparque en los lugares indicados” y, por otra parte, “planificar las mejoras que deben realizarse en el entorno de los colegios de factores como la señalización o el número de plazas de estacionamiento”. Todo ello para reforzar la seguridad de los menores durante los horarios de entrada y salida a los centros escolares.

También se vigilará de forma especial que los vehículos incorporen los sistemas de seguridad homologados para el transporte de menores.

Una demanda de los padres

Antònia Triguero (El Pi), regidora de Seguridad Ciudadana del ayuntamiento de Inca, explica que la campaña iniciada por la Policía Local es aprobada por los padres y madres de alumnos. “La verdad es que muchos de ellos nos decían que ya era hora porque consideran que la entrada a los colegios es un desastre desde el punto de vista del tráfico”, explica. La regidora es consciente de que la medida generará malestar en los conductores sancionados, pero “no queda más remedio” que aplicar la ordenanza municipal. “En algunas zonas escolares como la de los colegios Llevant y Ponent hay plazas suficientes para aparcar, pero muchos tienen la costumbre de aparcar mal, sobre pasos de peatones o en doble fila, y queremos que los niños tengan más seguridad para cruzar”, explica Triguero.

En otros sectores de la ciudad no hay tantas plazas de aparcamiento disponibles. Por este motivo, el Ayuntamiento está estudiando la posibilidad de habilitar caminos escolares para facilitar el trayecto a los menores. Es el caso de la zona donde están situados los colegios de Pureza de María o La Salle, donde apenas hay plazas disponibles, si bien está en proyecto la apertura de un aparcamiento disuasorio en la calle Escorca, ubicada a poca distancia de los citados colegios.