El Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil ha iniciado unas pesquisas sobre unos supuestos vertidos en un torrente artificial que discurre paralelo a la calle Islas Canarias del polígono de Son Bugadelles (Santa Ponça). En algunos puntos del cauce, se han detectado en las últimas semanas acumulaciones de una espuma blanca, como se observa en una de las imágenes que acompaña esta información.

La actuación del Seprona se produce después de que un particular presentó, el mes pasado, una denuncia en dependencias de la Benemérita en Calvià, avisando de que en esa arteria se están vertiendo "de manera continua" productos que, aparentemente, son "tóxicos" para el medio ambiente. Personas que frecuentan la zona se han quejado también a veces de los olores que emanan del lugar.

Toma de muestras

Calvià 2000, la empresa municipal que se encarga de la recogida de residuos y de la limpieza de espacios públicos, informó ayer de que el Seprona se puso en contacto con ellos interesándose por estos hechos.

Al tener conocimiento de la denuncia, prosiguieron explicando estas fuentes, Calvià 2000 siguió el protocolo habitual y tomó muestras en esa zona, sin que los resultados fueran anómalos.

"Todo normal", señalaron desde la compañía municipal, que aclararon que esos análisis se tomaron antes del último ciclo de lluvias. Calvià 2000 añadió que aún no tiene constancia del resultado de los análisis realizados por el Seprona.

El denunciante menciona al menos tres puntos de este torrente -que se creó cuando se edificó el polígono, en los que han hecho aparición los vertidos- "de color amarillento y espumoso, flotando a trozos por el propio agua".

"Fuerte olor químico"

Esos tres puntos están situados a la altura de la sede de IB3 en Son Bugadelles, cerca del puesto principal de la Guardia Civil y en la parte baja de la calle Islas Canarias, en los límites del polígono. "En diversas zonas del torrente, se percibe un fuerte olor químico", argumenta el denunciante, que advierte además de que a esta arteria artificial, actualmente cubierta por una frondosa vegetación, van a parar aguas pluviales. Unas aguas que, remarca, deberían recogerse con una canalización específica, infraestructura de la que no se dotó a esta zona del polígono cuando se urbanizó.

Sobre este punto, fuentes de Calvià 2000 recordaron ayer que la empresa se encarga del mantenimiento de las redes, pero que no tiene competencias sobre el otorgamiento de permisos que se dieron en su día para edificar el polígono; un aspecto que, señalaron, depende de otras áreas del Ayuntamiento.

El denunciante se queja de que todos esos vertidos van a parar a terrenos rústicos, con el consiguiente perjuicio medioambiental.