El Ayuntamiento había dispuesto una extensa exposición con dos puntos neurálgicos: Santa Catalina Thomàs, que como viene siendo habitual congregó la exposición ganadera y de maquinaria agrícola, y la plaza del Ayuntamiento con expositores locales. Conectándolo todo, la calle Joan Carles I, y sin dejar de mencionar el Convent, que albergó la muestra de artesanos.

La verdad es que el día no invitaba a pasear pues amaneció nublado, aunque no hacía frio. No se notó demasiada falta de aparcamiento a pesar de que el pueblo se vio lleno de visitantes, especialmente hacia el mediodía.